La República Turca cumple 100 años. Para el periodista turco Can Dündar no es motivo de celebración. Tampoco lo es para la escritora Aslı Erdoğan, que, como él, fue encarcelada en Turquía por sus publicaciones críticas con el régimen.
Aslı Erdoğan fue detenida en Estambul en 2016 durante una oleada de arrestos de empleados y colaboradores de un diario prokurdo. Desde 2017, la autora, que ha recibido numerosos premios, comparte con Can Dündar el exilio en Berlín. En el reportaje, ambos reflexionan sobre la crisis de los derechos humanos en su país: la democracia parlamentaria ha sido reducida a su mínima expresión, al igual que la libertad de manifestación y la libertad de prensa. Muchos críticos del presidente Erdogan están en prisión. Con la creciente islamización, Turquía también se aleja cada vez más de la visión del fundador del Estado, Mustafa Kemal Atatürk: un Estado laico de corte occidental.
Pero el sueño de una República democrática de Turquía no se ha esfumado, gracias a los muchos demócratas que se niegan a rendirse. Can Dündar presenta a algunos de ellos: La abogada de derechos humanos de Estambul Eren Keskin decidió quedarse, a pesar de las decenas de cargos que pesan sobre ella. Lleva más de 30 años haciendo campaña sobre todo en favor de los kurdos y del colectivo LGBT. En Estambul, defiende a transexuales que son agredidos cada vez más a menudo.
Yeter Gültekin pertenece a la comunidad alevita. Hace 30 años, su marido murió en el atentado fundamentalista contra alevitas en Sivas. Desde entonces, ejerce presión para que se investigue la masacre y se castigue a los autores.
Sezgin Tanrikulu es kurdo y diputado del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP). Incluso después de que Erdogan haya reducido las funciones del Parlamento, intenta llamar la atención de la opinión pública desde Ankara sobre la situación en el Kurdistán turco.
El reportaje acompaña a estas personas en su lucha diaria contra la represión y la ignorancia, muestra cómo su compromiso da esperanza a las víctimas de violaciones de derechos humanos y el riesgo que esto supone para ellos. Aunque él mismo no pueda viajar a su país, Can Dündar les deja contar sus experiencias. De esta forma, el dolor del exilio también es parte del centenario de la República de Turquía.