“Sólo pensamos en nuestro nene entre la vida y la muerte”, la frase corresponde a Néstor Irala (19), el padre del bebé embestido durante una picada en Eldorado. El niño permanece internado con riesgo de muerte. Desde el lunes, se manejan con solamente 150 pesos
Entre los cientos de pacientes y familiares que hacen guardia en el parque de la salud posadeño, Néstor Irala y Noemí Paniagua caminan por los pasillos del Hospital de Pediatría buscando respuestas. Están solos, sin dinero ni ropa y la angustia se apodera de ellos a cada segundo.
Los jóvenes de 19 y 18 años, respectivamente, son los padres de Ezequiel, el bebé de dos meses que fue embestido el domingo a la noche en Eldorado, por dos vehículos que presuntamente disputaban una picada sobre la avenida El Fundador.
Ambos están en Posadas desde el lunes a la madrugada, cuando el menor fue derivado de urgencia debido al delicado estado de salud que presenta.
El niño sufrió un grave traumatismo de cráneo con hemorragias internas que hasta anoche no cesaban y continuaba internado en el sector de terapia intensiva.
En los pasillos del hospital, la pareja narró la triste situación que atraviesan. “Como padres estamos angustiados y entristecidos. No hay risas, no hay alegría no hay nada. Lo único que tenemos es tristeza y angustia”, graficó Néstor.
Noemí sufrió heridas en la pierna y Néstor en el estómago, aunque eso pasó a un segundo plano. “Fueron dos segundos que tuvimos el accidente y vimos a nuestro hijo ahí tirado en el monte. Ellos iban a más de 100 seguro y se nota que jugaban por algo que valía mucho. Los daños nuestros no nos duelen, porque sólo pensamos en nuestro nene que está entre la vida y la muerte, como nos dijo el doctor”, añadió.
Respecto al hecho, el joven recordó que “estábamos caminando. Mi nena iba durmiendo en mi hombro, estaba cansada de jugar. Cuando hago el grito para que el auto que le chocó a ella -por Noemí- pare, fue tarde, ahí ya vi que ella iba en el aire, volando con el bebé en la mano. En la caída, mi hijo se fue de las manos y ahí es donde él se lastimó feo”.
Situaciones opuestas
El hecho ocurrió el domingo a la noche, cerca de las 20, sobre la avenida El Fundador, casi calle Matienzo, en la zona oeste de Eldorado. En medio del dramático momento, las víctimas llegaron a describir a la Policía que los vehículos implicados fueron un Fiat Uno blanco y una camioneta gris.
Sin embargo, hasta anoche, los operativos desplegados por la Unidad Regional III no habían dado resultados positivos respecto a la ubicación e identificación de los imprudentes conductores.
En este contexto, mientras los implicados continúan en la clandestinidad, en Posadas la familia Irala sufre cada segundo que pasa.
“Nosotros queremos que se haga justicia, que le capturen a esas personas y que sufran como nosotros. Que se den cuenta de lo que hicieron. Yo hasta ahora no puedo entrar porque no lo puedo ver así. Extrañamos su risa. Yo dije que si se va mi hijo yo me voy con él. Ni siquiera dormimos, porque estamos pensando en él siempre, pero vamos a seguir luchando”, dijo.
Por último, la pareja describió la soledad que sienten. Ellos vinieron solos y en el hospital encontraron contención en los familiares de otros pacientes internados en el mismo sector. “No conocemos nada acá, sólo nos movemos por dentro del hospital. Yo no tengo trabajo fijo, soy vendedor ambulante y apenas trajimos 150 pesos y una muda de ropa”.
Para los que quieran colaborar con la familia, pueden acercar donaciones a la guardia del Hospital de Pediatría, ubicado sobre la avenida Mariano Moreno y nombrar a la familia Irala o comunicarse con el número telefónico 03751-15573409. “Si pueden colaborar con nosotros le agradeceríamos con todo el alma y si pueden, pedimos que oren por mi hijo”, cerró entre lágrimas.
Fuente: Elterritorio