Cuando se anunció la suspensión de las clases presenciales, muchos alumnos no llegaron a tiempo para trasladarse a sus ciudades de origen. El cierre de los comedores universitarios generó preocupación.
Luego de que el Gobierno nacional decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio, cerca de dos mil estudiantes de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) se quedaron en las ciudades donde estudian, a pesar de no ser oriundos de la misma.
En ese sentido, luego de un relevamiento en toda la provincia a través de las distintas facultades, desde la Secretaría General de Asuntos Estudiantiles contribuyeron con asistencia sanitaria y alimenticia a los albergues, por considerarse una población vulnerable.
En las últimas semanas, ante la suspensión de servicio del comedor, se reforzó la asistencia con aportes brindados por áreas municipales y provinciales.
Los operativos de asistencia fueron posibles gracias al trabajo en conjunto entre las seis facultades de la UNaM, con un relevamiento recientemente efectuado en cada regional, en la que se determinó que más de 1.600 estudiantes universitarios permanecen lejos de sus hogares debido a la restricción de circulación en el transporte por la cuarentena.
Según los datos oficiales de la Universidad, en esta situación son cerca de mil en Posadas, 400 en Oberá y más de 200 en Eldorado, además de algunos casos donde se mantiene un contacto con alumnos de San Pedro, Apóstoles y San Vicente.
Los estudiantes son jóvenes provenientes de localidades alejadas de las casas de estudios, que ya se encontraban cursando o rindiendo exámenes y que no tuvieron tiempo o disponibilidad para viajar, además de que prefirieron quedarse en los lugares para permanecer conectados con los docentes y otros estudiantes de la carrera.
Estar presentes
Entre los operativos de contingencia, la Facultad de Ingeniería de la UNaM en Oberá fue una de las tantas que llevó asistencia a los alumnos que permanecen en la ciudad en el marco del aislamiento preventivo y obligatorio.
Según las autoridades, algunos porque estimaron que la cuarentena se levantaría pronto, otros porque en sus domicilios no cuentan con Internet o simplemente porque ya no pudieron viajar.
Lo cierto es que más de 300 estudiantes de otras localidades de la provincia, incluso de otras provincias y países vecinos, están en la Capital del Monte.
“Hicimos un relevamiento para saber la cantidad de chicos que quedaron y nos sorprendió el número: son más de 300 alumnos”, confirmó Sergio Valdez, secretario de Bienestar Estudiantil.
En materia de asistencia a los alumnos con módulos alimentarios, comentó que luego del relevamiento de la Secretaría de la UNaM se accedió a una compra de mercaderías que fueron entregadas a gran parte de los alumnos.
Valdez manifestó que “por gestiones de la Universidad y la Provincia, tenemos 80 albergados, de los cuales quedaron unos 20, entonces el número era manejable. Pero después del relevamiento y luego de analizar toda la información para dar respuesta a los chicos, nos dimos cuenta de que habían quedado muchos más, por lo que acudimos a las autoridades, nos hicieron llegar las mercaderías y armamos los bolsones o módulos de mercaderías que empezamos a entregar a los alumnos”.
Y agregó que por el momento “están con clases virtuales, en aislamiento. Desde el 10 de febrero, cuando empezaron los cursillos de ingreso, los alumnos crearon su aula virtual. Históricamente la Facultad se viene manejando con una plataforma en la cual los docentes van cargando distintos tipos de informaciones, como trabajos prácticos, presentaciones y foros”.
“En este contexto, en que no se pueden dar las clases presenciales, también empezaron a usar como alternativa las herramientas del aula virtual para las clases online. Los docentes de Informática se encargaron de dar una capacitación en el momento en el que se inició la cuarentena, para que puedan utilizarla todos y así cumplir el proceso de enseñanza-aprendizaje”, finalizó.
Fuente: Primera Edición