Un informe pericial determinó que debajo de las uñas de Fernando Báez Sosa (18), asesinado a golpes hace casi tres meses a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, se encontró material genético de Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers detenidos por el crimen del estudiante.
En tanto, la pericia de rastros realizada en la ropa secuestrada a los imputados horas después del homicidio del estudiante, determinó que en el 70 por ciento de esas prendas de vestir había restos de sangre que pertenecían a la víctima.
Los detalles reveladores se dieron a conocer el mismo día que la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores confirmó las prisiones preventivas de los ocho rugbiers acusados de matar en enero pasado a Fernando , y rechazó a su vez la recusación de la fiscal del caso y las nulidades solicitadas por la defensa.
Los integrantes de la Sala 1 tribunal dieron a conocer minutos después del mediodía su decisión en dos fallos separados, en los que desestimaron los planteos realizados por el defensor de los imputados, Hugo Tomei, y confirmaron las actuaciones del juez de Garantías del caso, David Mancinelli.
Los jueces Luis Felipe Defelitto, Fernando Sotelo y Susana Yaltone coincidieron por un lado en que “la prisión preventiva se encuentra sólidamente justificada” y que no surgen elementos de “arbitrariedad ni desproporción alguna en la medida cautelar” dispuesta por el juez Mancinelli el 14 de febrero último.
En ese sentido, consideraron que deberán seguir detenidos Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20), imputados por el crimen de Báez Sosa, ocurrido en la madrugada del 18 de enero último frente al boliche Le Brique de esa localidad balnearia.