Algunos bancos de primera línea, y también ciertos bancos digitales comenzaron a suspender cuentas electrónicas en dólares a sus clientes por un aumento inusitado de transferencias en moneda dura, hasta tanto justifiquen las operaciones catalogadas como sospechosas.
Más allá de la inhibición de las cuentas electrónicas, entidades consultadas aclararon que el dinero que existe en ellas está disponible al 100% sólo por caja en forma presencial. “Pueden sin ninguna restricción ir por caja en cualquier sucursal, sin turno, y extraer lo que necesitan”, afirmaron. En algunas entidades también se permite la extracción de dólares a través de cajeros automáticos.
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“Los bancos tienen que cumplir con la regla de conocer a sus clientes y denunciar si hay operaciones sospechosas. Cada entidad evalúa qué operación es sospechosa”, explicaron a este medio fuentes del Banco Central. En caso de detectar una transacción dudosa, cada entidad debe que advertir al cliente y si corresponde hacer la denuncia a la UIF, agregaron, al tiempo que recordaron que “si el BCRA detecta conductas sospechosas, abre los sumarios correspondientes”.
Por el momento, según pudo averiguar Ámbito, no se ha aplicado ninguna sanción al respecto.
Desde otra entidad de primera línea le bajaron el tono a la decisión de varios bancos de suspender las cuentas a clientes. “Se está haciendo una bola importante con el tema, pero no es para tanto”. Y enfatizaron que “quien compra u$s200 en forma online tiene que saber que está cruzado con todos los organismos el estado, como la CNV, la UIF, o AFIP”.
Lo cierto es que ya en mayo se había observado una aceleración en las compras de dólares minoristas (que incluyen el impuesto PAÍS del 30%), tanto en monto, como en cantidad de individuos.
En el quinto mes del año, se duplicó la cantidad de personas que compraron dólares para atesoramiento: creció 125% a 2,4 millones de individuos, que adquirieron cada uno en promedio u$s190, lo que hace un total bruto de u$s451 millones. En términos netos, fueron u$s438 millones los que se retiraron del mercado cambiario, cuando en abril esta cifra había alcanzado los u$s194 millones.
Se cree que todas estas cifras fueron superadas en junio, de acuerdo a datos que se desprenden del impuesto PAÍS, relevado en el informe de recaudación de junio por la AFIP.
Al fin de cuentas, la importante brecha cambiaria, producto de las múltiples restricciones que existen en el mercado cambiario (reinstaurado en el epílogo del Gobierno de Mauricio Macri, y profundizado en la actual administración de Alberto Fernández ante una evidente y frágil coyuntura macroeconómica), ha impulsado a muchos ahorristas a concretar de múltiples variantes la operatoria que en la jerga se denomina “puré”, es decir, comprar en el oficial y vender en el paralelo, para obtener una rápida ganancia.
Este lunes, el dólar turista cerró a $97,49 para la venta, mientras que el blue terminó en torno a $117/120 para la compra. Por ende, quien adquirió en la jornada u$s200, y los vendió en alguna cueva, obtuvo en el acto una ganancia de unos $4.500. Claro que, con el apoyo logístico de los “coleros”, aquella utilidad es solo el piso del rendimiento que se puede obtener a través del “puré”.
Por Juan Pablo Marino – Ámbito