La dirigencia de JxC especula con la posibilidad de que, por la pandemia y la crisis económica, se suspendan las elecciones primarias del año que viene. Al revés de lo que planteaban antes, ahora decidieron defender a ultranza la realización de las PASO. De todas formas, y ante la posibilidad de tener que ir a internas cerradas con la UCR y la CC, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, lanzó una campaña de afiliación.
¿Qué pasa si se suspenden las PASO de 2021? La pregunta (y la preocupación) surgió en una reunión de la cúpula de Juntos por el Cambio. En el espacio opositor, muchos suponían –o suponen todavía– que las diversas internas locales se podrían resolver con las primarias. Si terminan suspendidas, ¿harán internas partidarias? Es muy pronto para que haya una respuesta, pero el tema preocupa al punto de que crearon un grupo de trabajo con integrantes de las tres principales fuerzas políticas opositoras –el PRO, la UCR y la Coalición Cívica– para seguir el tema y la posibilidad de que les cambie el escenario de un día para el otro. Lo primero que harán es defender a ultranza las PASO: lo contrario a lo que planteaban antes. Y, si no queda otra, podrán plantearse internas. Ni lerda ni perezosa, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, lanzó como quien no quiere la cosa una campaña de afiliación.
La mayoría de los dirigentes que conducen el espacio opositor piensa que, en medio de la pandemia y con discusiones candentes como la reforma judicial o el presupuesto, las elecciones de 2021 están bien lejos. Lejísimo. Lo que no quiere decir que alguien se olvide de ellas. Será por eso que en las conversaciones de la cúpula de Juntos por el Cambio surgió el espinoso tema de qué pasaría si el gobierno nacional –debido a la pandemia o a las necesidades económicas de la pospandemia– resolviera suspender las elecciones primarias de 2021.
Sucede lo siguiente: la mayoría de los dirigentes del espacio opositor –en particular, los radicales– imaginan que muchas de las discusiones que surgen hoy en el interior de Juntos por el Cambio podrían resolverse por los votos en una primaria. Si bien en lo discursivo la mayoría aboga por listas de unidad, está claro que al no existir más un liderazgo único y ordenador, como el de Mauricio Macri cuando era presidente, ni tampoco la birome de Marcos Peña para forzar listas sin internas, las posibilidades de que haya competencia entre distintos sectores del espacio crecen exponencialmente. Puede haber algunos distritos donde acuerden, pero en otros habrá que dirimir candidaturas.
Giro
Entonces, en ese escenario, si las PASO dejan de existir –algo que, por otro lado, pedían los mismos dirigentes de Cambiemos en el pasado– o se suspendieran por única vez, ¿cómo se resuelven las internas? Según señalaron asistentes a la mesa ejecutiva a este diario, las definiciones en las charlas que vienen teniendo fueron las siguientes: “Primero que nada, vamos a defender el sistema de PASO y el ordenamiento actual del sistema y estaremos muy atentos ante un posible cambio de reglas”. Es decir, para el año que viene, los opositores pasarán a ser defensores acérrimos de las PASO. Un giro de 180 grados.
Por las dudas, el PRO, la UCR y la CC formaron un grupo de trabajo para analizar la cuestión. Por ahora, ese grupo tuvo una actividad mínima: se reunieron sus integrantes una vez y evaluaron los posibles escenarios y las alternativas legales. No obstante, la posibilidad de que se reactive está latente.
De no haber PASO, y si no consensúan una lista de unidad, la otra alternativa es organizar internas cerradas con afiliados distrito por distrito y con intervención de la Justicia Electoral. Ahí se vería el peso del radicalismo y su despliegue territorial, y la Coalición Cívica se encontraría en problemas.
Padrones
Dependerá también de qué candidatos se presenten: si Mauricio Macri finalmente decide ser candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, es probable que barra con cualquier otra candidatura. También pondría muy incómodo a Horacio Rodríguez Larreta, pero esa es otra historia. Lo mismo pasaría si María Eugenia Vidal volviera al ruedo en la provincia de Buenos Aires. Pero en otros distritos, el radicalismo podría fácilmente mostrar superioridad.
Ante ese eventual escenario, la presidenta del PRO decidió no perder el tiempo: Bullrich comenzó de inmediato una campaña de afiliación a nivel nacional. El objetivo es engrosar los afiliados del partido. Como otras cosas que hace la titular del PRO, fue discutida internamente, especialmente porque Bullrich implementó un sistema de afiliaciones digitales que es muy posible que luego sea rechazado por el Poder Judicial.
Los radicales, en tanto, se muestran muy tranquilos ante una eventual interna partidaria: “La UCR siempre tiene activas sus afiliaciones y nunca dejó de hacerlas”. Si hay algo de lo que saben –y mucho– es de organizar internas.