La vicejefa de Gabinete profundizó sobre las medidas para recuperar el mercado interno, impulsar las exportaciones, las economías regionales y controlar la inflación en los próximos años.
La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, aseguró que el crédito productivo y los cambios en materia impositiva serán clave para impulsar una recuperación económica en la pospandemia, pero que también resultará necesario avanzar en un acuerdo social de precios y salarios con distintos sectores.
En una entrevista en su oficina del primer piso de la Casa Rosada, Todesca Bocco profundizó sobre las medidas en las que el Gobierno trabaja para recuperar el mercado interno, impulsar las exportaciones, las economías regionales y controlar la inflación en los próximos años.
“Cada salto del tipo de cambio genera un efecto no sólo sobre los precios atados al dólar, sino de muchos otros”
– ¿A qué apuntan las “60 medidas” económicas para la pospandemia? – Se trata de un conjunto de medidas que comparten como objetivos centrales la recuperación de la producción y el empleo y que, además, pretenden potenciar la oferta exportadora argentina para generar un camino de crecimiento que tenga en cuenta el equilibrio del sector externo. Una parte de las medidas está pensada para la pospandemia, con la recuperación del consumo como objetivo; y otra busca generar transformaciones en el sector productivo que la Argentina necesita para poder crecer en un entorno consistente.
– ¿Qué lugar ocupa el crédito productivo en esta recuperación? – Es muy importante, fundamental para el desarrollo de la política industrial. En cuatro meses de pandemia el crédito productivo aumentó el equivalente al 1,4% del PBI. ¿Por qué? Porque hubo una intervención estatal muy importante al actuar como garante o subsidiando tasas para colaborar y usar la liquidez que está en los bancos para financiar al sector productivo.
– En un escenario de caída de los salarios reales y paritarias retrasadas, ¿cómo hará el gobierno para estimular el mercado interno sin provocar una aceleración de la inflación?
– La inflación sigue siendo un tema preocupante en la Argentina. Sin embargo, hoy estamos mucho mejor que en diciembre de 2019. De hecho, la inflación acumulada es de 13,6% este año. Es cierto que una parte de esta desaceleración está relacionada con el efecto no deseado de la contracción de la economía. Pero es sólo una parte.
“Ni los empresarios ni los trabajadores hicieron nada malo, simplemente no podemos circular como lo hacíamos”
En la Argentina, los procesos de aceleración inflacionaria se produjeron por saltos del tipo de cambio. Nosotros llevamos una política monetaria y cambiara completamente distinta a la del gobierno anterior, con modificaciones muy importantes en regulación cambiaria, tasa de interés y en la curva de ahorro en pesos, junto con otros factores.
El carácter bimonetario de la economía argentina no es un chiste. Cada salto del tipo de cambio genera un efecto no sólo sobre los precios atados al dólar, sino de muchos otros. Allí es donde se genera la puja distributiva entre trabajadores que exigen recuperar el poder adquisitivo de sus salarios y empresarios que eventualmente aceptan pero que, al mismo tiempo, remarcan precios. Esto se ha repetido durante muchos años en la Argentina.
Por eso nosotros, en la salida de la pandemia, vamos a necesitar de un acuerdo social de precios y salarios. Es algo sobre lo que venimos trabajando con los distintos sectores. Es un camino dificultoso, pero creo que hay un gran entendimiento en los sectores respecto de la necesidad de esta instancia.
– ¿El Gobierno está trabajando en un nuevo modelo impositivo?
– El ministro (de Economía, Martín) Guzmán, coordina dos equipos de trabajo que están estudiando modificaciones al esquema tributario argentino. En algunas semanas tendrá algo concreto para anunciar.
“La propuesta de quedarse en pesos tiene que estar acompañada por una tasa de interés real positiva”
El mandato del presidente (Alberto Fernández) y del jefe de Gabinete (Santiago Cafiero) es que la reforma tributaria apoye la producción, priorice el ahorro en pesos y desestimule la compra de moneda extranjera y “la timba”. Un sistema tributario en el que los incentivos estén puestos del lado de la producción.
– El Presidente mencionó días atrás áreas con potencial exportador como la pesca, la minería, el petróleo, entre otros. ¿Se está trabajando en una política específica?
– El Presidente tiene un discurso y una práctica federal. La geografía económica es una dimensión fundamental si queremos que todo el país tenga algún sector que crezca, dé empleo y mejore los ingresos. Para ello, el factor regional es muy importante.
En cuanto a las medidas, el Presidente le pidió a los ministros de Interior (Eduardo “Wado” de Pedro), Desarrollo Productivo (Matías Kulfas) y Economía que hicieran una ronda con los gobernadores para conocer la situación de cada sector. La política industrial y de desarrollo es un poco eso: seleccionar sectores para dar fuerza con el músculo del sector público, que es limitado. Por ello, va a haber un conjunto de actividades que tendrán, por su impacto en el empleo, programas específicos.
– ¿Qué podemos esperar del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) a futuro?
– El ATP viene muy bien. Se va transformando y crece al hacerse más sofisticado. En el comité ATP, con las miradas de todos los ministros, viramos de un subsidio directo a empresas con facturación negativa a uno de créditos muy blandos. Lo hicimos al ver que algunos sectores empezaban a registrar una facturación positiva, pero a los que sacarles el ATP no era buena medida para asistirlos en la recuperación.
“Va a haber un conjunto de actividades que tendrán, por su impacto en el empleo, programas específicos”
Creemos mucho en la idea del crédito accesible para la producción, que es algo que hace mucho tiempo no se da en la Argentina y con lo que vamos a apoyar la salida. De allí que incorporamos el crédito para pagar salarios con una tasa real negativa. Son facilidades para un momento muy particular en el que ni los empresarios ni los trabajadores hicieron nada malo. Simplemente no podemos circular como lo hacíamos, y hay que ayudar a todos para que podamos recuperarnos.
Por Alejandro Tejero Vacas- Télam