Muchos gobernadores consideran que que la obra pública estará en el eje de las negociaciones entre las provincias y un eventual gobierno de Mauricio Macri, que utilizaría las obras a cambio de apoyo en el Senado.
De ese modo, un gobierno de Macri, cuyo equipo de campaña confesó que uno de los pilares de su presidencia será un plan de infraestructura “histórico” para el área metropolitana, marginada durante el kirchnerismo, podría usar este beneficio para negociar avales en el Senado por parte de los gobernadores del norte de la Argentina, en gran medida dependientes del apoyo de la nación en materia de obra pública.
El norte y la patagonia además, habrían sido las regiones más favorecidas durante los ocho años de gobierno de Cristina Kirchner; en desmedro de otros distritos, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Así. Durante su segundo mandato, La Rioja percibió del fisco nacional 2832 pesos por habitante para planes de infraestructura, sólo superada por Tierra del Fuego (2485) y Santa Cruz (2850) y no tan lejos de Catamarca (1921), Chaco (1718), Misiones (1068), Tucumán (869), Jujuy (855) Formosa (817). Además de la tierra de los Kirchner, fueron favorecidas las patagónicas La Pampa (1626 pesos por habitante), Río Negro (1571), Chubut (1004) y Neuquén (883).
En esas regiones, los gobernadores en su mayoría kirchneristas, aseguran que la coparticipación se utiliza casi exclusivamente para pagar sueldos y que de verse modificada la redistribución, el impacto en las provincias sería negativo. Además, descartan que una futura oposición vaya a querer ponerle trabas legislativas al candidato de
Cambiemos: “Eso de que en el senado le vamos a trabar todo a Macri es una pavada, vamos a tener que negociar porque si no podemos permitir quedarnos sin obras”; aseguró en ese sentido a un medio porteño, un diputado del interior.
Siendo la obra pública la llave de los gobernadores e intendentes peronistas para sumar votos y garantizarse reelecciones, el plan del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es negociar la ejecución de obras a cambio de votos en el Senado, que estará dominado por el Frente para la Victoria con mayoría de representantes de provincias norteñas. Mientras que en la Cámara alta ya se habla de un bloque del PJ, que ignorará los deseos de Cristina.