Durante su discurso de asunción, el flamante mandatario denunció que a partir del golpe del 10 de noviembre de 2019 su país “fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes” pero no mencionó a su mentor político, Evo Morales.
El “sí, juro” con que respondió a la extensa fórmula desató un ola de aplausos y gritos de “jallalla” (viva en idioma aimara), mientras el vicepresidente David Choquehuanca, quien asumió minutos antes y condujo la Asamblea Legislativa, completaba el juramento.”Si así lo hace, que nuestros próceres de la liberación, que nuestros héroes contra el Estado colonial y el pueblo boliviano lo premie, caso contrario lo castigue. Queda, hermano, usted posesionado como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia”, completó Choquehuanca entre los aplausos de todo el recinto.
En los balcones estaban el rey de Espala, Felipe VI, junto al vicepresidente de su país, Pablo Iglesias; y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Colombia, Iván Duque, entre otras delegaciones internacionales.
Tras la jura, Choquehuanca le colocó la banda presidencial tricolor y la medalla de presidente, con una cinta con los mismos colores de la bandera de Bolivia, y todos cantaron el himno, en un clima de emoción, con el puño izquierdo en alto.
El flamante mandatario se mostró muy emocionado en algunos momentos de su discurso, cuando se le quebró la voz. La televisión mostró las lágrimas que corrían por el rostro de Arce mientras entonaba el himno nacional tras haber recibido el mando de la nación.Pese al discurso conciliador, criticó brevemente a la expresidenta de facto, la derechista Jeanine Añez, a quien responsabilizó de haber promovido la persecución política y provocado la crisis económica tras una deficiente gestión de la pandemia, reseñó la agencia de noticias AFP.
“Vamos a recuperar los niveles de crecimiento que el Gobierno de facto hizo añicos y lo haremos reduciendo la pobreza y las desigualdades económico y sociales”, remarcó Arce, tras sostener que repondrá el modelo económico implantado durante los 14 años de Gobierno de Evo Morales (2006-2019), el cual en casi 12 años fue ministro de Economía.
En primer término, Choquehuanca -indígena, al igual que Morales- hizo un emotivo discurso en el que tampoco mencionó al lider cocalero forzado a renunciar hace un año luego de haber ganado una elección presidencial con un resultado que fue rechazado por una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un polémico pronunciamiento, ya que nunca probó el fraude electoral que denunció.
Por el contrario, estudios académicos hechos en Estados Unidos demostraron que la victoria de Morales había sido limpia.
Morales felicitó desde la Argentina a su delfín: “Junto al pueblo, cuidaremos al gobierno, a nuestro proceso de cambio, trabajaremos por la unidad y saldremos de la crisis económica por el bien de próximas generaciones”, escribió en su cuenta de Twitter.
Muchas felicidades a nuestros presidente @LuchoXBolivia y vicepresidente @LaramaDavid.
Junto al pueblo, cuidaremos al gobierno, a nuestro proceso de cambio, trabajaremos por la unidad y saldremos de la crisis económica por el bien de próximas generaciones.
¡Jallalla #Bolivia! pic.twitter.com/fPE2lcPNbv— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 8, 2020
El exmandatario retornará mañana desde la frontera con la Argentina, donde se refugió tras un breve asilo en México, para recorrer unos 1.110 kilómetros por tierra hasta la región cocalera del Chapare, donde lo aguardarán sus bases campesinas.
La jornada de asunción del nuevo Gobierno había comenzado a las 7 con una ceremonia ancestral en la plaza Murillo, en La Paz, de la que participaron Arce y Choquehuanca, en la que se recordó a los muertos en las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), tras la destitución de Morales.
El Consejo Nacional de Amautas y Guías Espirituales inició los actos protocolares de posesión pidiéndole a la Pachamama y al Tata Inti unidad, reconciliación entre los bolivianos y sabiduría a los nuevos gobernantes para sacar adelante al país y recuperarlo de la crisis que se encuentra sumido en la actualidad.
“Jamás será pisado el poncho, somos dueños legítimos de la Patria, los inquilinos nos quisieron engañar pero no somos vengativos, los perdonamos, pero debemos reconciliarnos y espero que reflexionen”, manifestó el Abuelo Lucas, presidente vitalicio del Consejo de Amautas Ancestrales de Tiwanaku.
Fuente: Télam