En el discurso que dio en el palacio de gobierno el presidente de Brasil no ahorro calificativos hacia las restricciones sanitarias por el coronavirus. Descalificó a sus propios compatriotas y mostró rabia con la prensa.
El mandatario formuló estas controvertidas declaraciones en el Palacio del Planalto -Casa de Gobierno de Brasil- durante un acto para el relanzamiento de políticas de turismo frente a la temporada de verano.
A los empresarios del sector les dijo: “Ustedes se fueron a la lona en esta pandemia que fue superdimensionada”.
“Mañana los diarios dirán ‘ah, no tiene cariño, no tiene sentimiento con quien murió’. Siento mucho por los que murieron pero fue superdimensionada (la pandemia)”, dijo el presidente, quien había afirmado en marzo que se trataba de una “gripecita” o un “resfriadito” que podía matar a máximo 800 personas.
El excapitán del Ejército y ultraderechista también fustigó las movidas políticas para buscar una alianza de centroderecha para enfrentarlo en 2022.
“Ahora vienen queriendo un centro, sin odio para allá, sin odio para allá. Odio es cosa de maricón, mierda. En mi época, el bullying en la escuela terminaba en pelea. Ahora, decirle gordo a alguien es bullying. Tenemos cómo cambiar el destino del país”, subrayó con su característico tono homofóbico.
En ese marco, apuntó que si sus seguidores lo abandonan no podrá ejecutar las políticas por las cuales fue elegido en 2018.
“Macri, en Argentina, no logró implementar sus políticas. Comenzó a recibir zancadillas de sus seguidores, como me pasa a mi ahora. Y lo que ocurrió es el regreso del grupo de Cristina Kirchner, Dilma Rousseff, (Nicolás) Maduro y Evo (Morales)”.