El actor, uno de los intérpretes más consagrados del cine francés, falleció en su domicilio en París a la edad de 88 años, anunció su abogado.
"Venga a mi habitación, haremos una película y le daré 50.000 francos", le dijo Godard a Belmondo, con quien se había cruzado en la calle. Belmondo no tenía aún 30 años. Y luego vendría su participación, en 1960, en la emblemática "À Bout de Souffle".
Después del éxito de la película, los directores "venían a mí" relataría Belmondo en 2016 en un libro de recuerdos, "Mille vies valent mieux qu'une" ("Mil vidas valen más que una").
Pero "Bébel" no sólo ocuparía un rol central en la Nouvelle Vague. También dejó la huella de un actor físico, amante de las peleas, cultivando una gran dosis de humor, como hizo en "Le cerveau" ("El cerebro").
Su físico de boxeador le valdría populares éxitos en "El Hombre de Rio" de Philippe De Broca, "Le Professionnel" ("El profesional, 1981) de Georges Lautner o "L'as des as" ("As de ases"), de Gérard Oury.
Belmondo actuó a las órdenes de los más reconocidos directores de la época, como Vittorio de Sica, François Truffaut, Claude Chabrol, Alain Resnais o Claude Lelouch.

