Misiones Para Todos

¿Cuáles son las fantasías sexuales más comunes?

La licenciada Pereyra indaga sobre la importancia de la comunicación para aprovechar al máximo el encuentro sexual y da 5 claves de las fantasías sexuales útiles para “alimentar el erotismo”.

¿Cómo decir qué quiero en el sexo SIN incomodar? A las personas les cuesta hablar de sexo abiertamente INCLUSO con sus parejas, por ello siempre se recomienda buscar un momento para que cada integrante de la pareja pueda manifestar qué les gusta y qué les gustaría explorar o hacer como novedoso.

En muchas ocasiones suelen sentir miedo por el qué pensará la otra persona, si será juzgado su pensamiento o idea y si se alejará de él o ella por lo que piensa y fantasea, por lo cual es de fundamental importancia el diálogo abierto y sincero con la pareja o vínculo amoroso. La comunicación es fundamental, siempre, en todo momento. Es recomendable dialogar sobre sexo antes del sexo, en el ambiente “fuera de escena”. Decir qué nos gusta, qué nos gustaría experimentar.

Luego del encuentro está bueno poder decir cómo me sentí, me encantó cuando me hiciste tal cosa…no sabés cómo disfruté cuando… Durante el sexo, podemos manejar la comunicación a nivel verbal con algunos monosílabos o frases cortas como: sí me gusta, me encanta…vení acá… 

También lo gestual es súper importante, agarrar la cara y llevarla a un lugar y también sacar algo de un lugar…por ejemplo: si quiero sexo oral puedo tocarme, lo miro y ese gesto puede ser suficiente para que la otra persona lo entienda. A veces cuesta mucho “leer” lo gestual, hay personas que tienen que entrenar la empatía, la conexión, mirar, registrar y estar ahí.

¿Y si tengo fantasías? ¿Cómo le digo?

Las fantasías sexuales

Las fantasías sexuales son pensamientos o imágenes de contenido erótico, pueden ser voluntarias o involuntarias. Cuando se dice voluntarias, es que podemos decidir conscientemente llevar la imaginación a determinadas situaciones que hemos identificado como placenteras.

También puede que lleguen a nuestra mente ideas -que no hemos decidido traer de manera voluntaria- y que muchas veces están en conflicto con nuestros valores y creencias, por lo que no nos permitimos expresarlas y por ello solemos dejaras en el plano de lo oculto.

Las fantasías nos pueden provocar placer o incomodidad, cuando entran en lucha con nuestras creencias suelen provocar una sensación de malestar y tratamos de sacarlas rápidamente de nuestra mente.

¿Todos tenemos fantasías?

Sí, todas las personas podemos fantasear. Según John Money entretienen la cabeza permitiendo concentrarnos en situaciones placenteras y sin censura. Son nuestras y de nadie más, están a nuestra entera disposición, no hay nadie que nos impida imaginarlas.

¿Para qué sirven?

Para alimentar nuestro erotismo….

¿Qué es el erotismo?

Es el arte de sentir y provocar placer, aprovechando las múltiples posibilidades de los 5 sentidos (tacto, olfato, gusto, vista, escucha). El erotismo es la sexualidad transformada por la imaginación, su intensidad crece y va menguando.

Como el Erotismo tiene que ver con el misterio a muchas parejas que están juntas hace mucho tiempo y manifiestan falta de deseo por la rutina les solemos recomendar potenciar su erótica de pareja a través del poder descubrir y explorar otras posibilidades, abrir las sensaciones de todos los sentidos y dar lugar a placeres nuevos.

¿Hay fantasías comunes? ¿Hay mucha diversidad de fantasías?

Como las fantasías son propias de cada cultura y de cada momento histórico particular no es lo mismo lo que pueda expresarse en pensamientos ahora, que lo que podía fantasearse hace unos cincuenta años atrás. 

Hoy en día las fantasías más comunes son: intercambiar con otra pareja (swinger), incorporar a un/a tercero/a en la relación sexual, ver a la pareja teniendo relaciones sexuales con alguien más (puede ser del mismo género o de otro), también todas las relacionadas con las prácticas BDSM (Bondage, Dominación, Sadismo, Sumisión, Masoquismo), tener sexo con amigos o amigas, tener relaciones sexuales homosexuales si generalmente es heterosexual, si es mujer heterosexual suele fantasear con penetrar a su pareja varón (Pegging).

También las fantasías de asumir ciertos roles y vestirse acorde. También podría decirse que hay algunas muy comunes a los varones heterosexuales, como son el participar de un encuentro sexual con su mujer y otra mujer más o ser invitado por dos mujeres lesbianas a tener un encuentro sexual y muy concurrente la fantasía de realizar sexo anal a la mujer.

Hay otras menos habituales como participar de una orgía, ser tocado/a por varias personas, participar en películas pornográficas caseras, realizar el bukkake (práctica en la que varias personas con pene eyaculan sobre una misma persona en el centro de un círculo), tener relaciones sexuales al aire libre, entre otras. 

¿Cómo animarnos a cumplirlas? 

Una fantasía puede permanecer allí, en el lugar imaginario, quedarse escondida, escurridiza; también puede salir, decirse y hasta concretarse. No hay necesidad imperiosa de llevar a la acción todos los deseos fantaseados. 

Si se decide ir llevando a la práctica algunas fantasías las recomendaciones suelen ser: Como primera medida ir imaginando esa acción, con quién la realizaría, en qué lugar, de qué modo, tratar de sentir qué les genera el hecho de pensar en llevarla a la acción, si hay comodidad y si resultaría posible, de este modo el punto es ir acercándose de a poco a la acción. Es necesario destacar que la realización de cualquier fantasía nunca puede implicar la vulneración del derecho de otra persona, ese es el límite. ¡El consentimiento expreso, siempre!

Consejos

-Animarnos a reconocer las fantasías: por ejemplo,  “me gustaría tener sexo con una mujer”.

-Permitirnos sacarlas del closet

-Compartirlas con nuestra pareja: por ejemplo,  “me gustaría ver a una pareja teniendo sexo”.

-Hablar desde las emociones y desde nuestros propios deseos: Por ejemplo, “siento ganas de experimentar tocarte la zona anal”.

-Explorar la erótica a través de relatos, cortos, videos, podcast. 

– A veces sólo quedan ahí, en el terreno de la fantasía!

¡Que el conocimiento sexual nos haga libres!

Lic. Analía Lilian Pereyra. Sexóloga Clínica y Educativa. MP: 22-1773. IG: @licenciadaanaliapereyra