Este martes a las 19 hs.se realizará la inauguración de las muestras “Oxigeno II” y “Sinopsis II”, de Alberto Mathot, en ambas plantas del museo Provincial de Bellas Artes Juan Yaparí
“No sólo quiero pintar la naturaleza tal como es, también quiero llamar la atención sobre el cuidado que debemos tener con el medio ambiente”, reflexiona el pintor Alberto Mathot, a horas de inaugurar la muestra que está desarrollando en ambas plantas del céntrico museo Juan Yaparí. En planta baja ya está habilitada la muestra “Oxígeno II”. Mientras que en el primer piso se está terminando de montar una colección retrospectiva del artista de Alem, que ha llevado su obra por varios continentes.
La inauguración formal será este martes 8 a las 19 hs., en Sarmiento casi Colón de Posadas. La visita se puede hacer de lunes a viernes de 8 a 12 y de 14 a 20 hs.; sábados, domingos y feriados de 15 a 21 hs.
Cuadros inéditos y retrospectiva
“Oxígeno II” es el resumen de una muestra que ya recorrió Zurich, Nueva York (en la Artexpo en el Javits Conventions Center) Las Vegas (en Artexpos, en el Mandalay Bay, EEUU). Se trata de obras de gran tamaño, con las que Mathot busca reflejar la belleza del monte y la naturaleza misionera y lo logra mediante la técnica de hiperrealismo. Esta muestra cuenta con obras que aún no han sido puestas a consideración del público, algunas también de gran tamaño. Muchas de ellas surgieron del dolor de los incendios forestales ocurridos entre 2020 y 2021. “Los incendios que devastaron cientos de miles de especies arbóreas de nuestros montes y todo el ecosistema que se desarrollaba en su entorno, me llevaron a pintar desde el dolor, desde lo que se siente. Para hacer un llamado a la concientización individual, de que todos desde el lugar que ocupemos en la sociedad, somos en mayor o menor medida responsables de cuidar nuestra única tierra, para nuestros descendientes”, expresó.
En tanto, en la planta alta se expone “Sinopsis II”, un resumen del recorrido artístico de Alberto Mathot hasta la fecha. Se trata de obras de bodegones y naturalezas muertas, que datan desde 1996 a la actualidad.
“Finalizada esta serie, voy a iniciar Oxígeno III”, anuncia Mathot, “Tendrá una nueva impronta con respecto a la necesidad de preservación y reposición y cuidado de nuestro medio ambiente”.
Fórmula de talento y tesón
Alberto Mathot realizó más de 60 muestras en el país y el extranjero, especialmente desde el año 2000. En el año 2001 se abocó al proyecto “Oxígeno I”, que fuera declarado de interés educativo por el Honorable Consejo de Educación de Misiones, resolución N 174/01, debido a que promueve el cuidado del medio ambiente desde la infancia. Obtuvo varios primeros premios del jurado y del público en distintos encuentros de pintura del MERCOSUR. Sus obras se encuentran en colecciones privadas de: Argentina, España, Bélgica, Brasil, Inglaterra, Irlanda, Austria, Francia, EE.UU, Holanda, México, Australia, Costa Rica, Suiza, Italia, Puerto Rico y Portugal, China y Emiratos Arabes. Desde el año 2019 sus obras se exponen y venden en Beverly Hills y en Rodeo Drive en la galería Winn Slavin Fine Art.
Sin embargo, su camino es fruto del tesón, el talento y la búsqueda activa. Hasta el 2005 repartió su tiempo entre la docencia, el trabajo en publicidad y el arte visual. A partir de ahí, se puso más activo en la búsqueda de perfeccionarse y a la vez aprender cómo funciona el mercado internacional del arte. “Para exponer en museos como el de Zurich hay que tener la obra y los papeles listos muchos meses antes. Ellos reciben todo, evalúan y se toman también su tiempo para responder. Pero una vez que fui aceptado allí, se me abrieron las puertas para otras muestras”, explicó.
Hoy, Mathot puede decir que vive de la venta de sus cuadros. “Me tomo el tiempo para pintar. Habitualmente tengo varios proyectos o bocetos que quiero hacer, que pueden demorar años en que los aborde. Pero una vez que arranco con una obra, sigo hasta terminarla. Sin apuro; disfruto las horas en el taller”.
Para este dedicado pintor, el hecho de retratar paisajes no es inocente: “hay un mensaje detrás de mis obras. Quiero llamar la atención sobre el poco monte que está quedando o hasta cuándo vamos a seguir destruyendo”, aseveró.