Lleva meses seduciendo a los conservadores de Estados Unidos, y su victoria aplastante para la reelección como gobernador de Florida el martes confirma una trayectoria ascendente que muchos ven rumbo a la Casa Blanca en 2024, si el expresidente no lo impide.
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, quien consiguió la reelección tras ganar al candidato demócrata Charlie Crist en las elecciones de medio mandato celebradas en Estados Unidos, insinuó en su fiesta de victoria su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024, lanzando un mensaje a su posible rival, Donald Trump.
“Hemos logrado más de lo que nadie creía posible hace cuatro años. Pero tenemos mucho más que hacer y yo sólo he empezado a luchar”, advirtió dijo DeSantis, quien se impuso con cerca del 60% de los votos al demócrata Charlie Crist (40%) tras una campaña en la que recaudó 200 millones de dólares, una cifra enorme para elecciones a gobernador.
“Creo que la supervivencia del experimento americano requiere un renacimiento de los verdaderos principios americanos (…). Florida demostró que se puede hacer. Ofrecemos un rayo de esperanza de que aún quedan días mejores”, agregó. Tras decir esto, la multitud empezó a cantar la consigna “dos años más”, insinuando que se mantenga en el cargo solo hasta 2024, cuando se presente a los comicios presidenciales.
Aunque DeSantis no se refirió a Trump, el expresidente sí manifestó su desagrado con el gobernador, ya que podría ser su rival en las primarias del Partido Republicano. De hecho, durante un mitin en el estado de Pensilvania el pasado domingo, Trump se burló de DeSantis al referirse a él como “Ron DeSanturrón”.
Quién es Ron DeSantis
Desde que la pandemia de Covid azotó el mundo, su estrategia consistió en oponer lo que él llama “el estado libre de Florida” a la administración demócrata de Joe Biden, a la que acusa, entre otras cosas, de ser demasiado intervencionista y de haber provocado la inflación que golpea Estados Unidos. Su gestión de la crisis sanitaria, en la que se negó a imponer el uso de barbijos y promovió una rápida reapertura de la economía, le granjeó muchas simpatías entre los conservadores.
“Durante la pandemia fue audaz; tomó un camino diferente a otros y mantuvo la economía de Florida en mejor estado que en muchos otros lugares”, dice Susan MacManus, profesora emérita de la Universidad del Sur de Florida.
“DeSantis exuda liderazgo, la gente sabe exactamente cuál es su posición“, dice MacManus. “Y la percepción de que alguien es un líder fuerte es un gran activo en tiempos como este, en que dos tercios de los estadounidenses dicen que el país no va en la dirección correcta”.
En los meses posteriores, supo abordar los temas que mejor movilizan a los votantes más conservadores, como el aborto o la educación, interviniendo en las guerras culturales que dividen a Estados Unidos. Por ejemplo, impulsó una ley para reducir el plazo legal del aborto de 24 a 15 semanas y un texto que prohíbe abordar asuntos relacionados con la identidad de género y la orientación sexual en las escuelas primarias del estado.
Un padrino político llamado Trump, que ahora es su rival
Pocos dudan ahora de que DeSantis tenga ambiciones presidenciales aunque, al igual que Trump, aún no anunció su intención de aspirar a la Casa Blanca. En su reciente debate contra Crist, el demócrata le hizo prometer a los floridanos que iba a cumplir sus cuatro años de mandato sin abandonar el cargo para postularse a la presidencia.
Tras un silencio de varios segundos en los que el gobernador miró hacia la cámara titubeante, respondió: “El único burro viejo y desgastado que quiero poner a pastar es Charlie Crist”. Un ataque contra Biden y el aspirante demócrata que recordó a un hombre clave en su ascenso político, una figura que tal vez se convierta en su rival hacia la Casa Blanca: Donald Trump.
DeSantis, nacido en una familia de clase trabajadora de origen italiano, excelente jugador de béisbol en la adolescencia y licenciado con honores en Yale y la escuela de derecho de Harvard, conoce mejor que nadie la influencia de Trump entre los votantes republicanos.
En 2018, cuando era un congresista casi desconocido y pocos apostaban por él, logró que el entonces presidente lo apoyara como candidato de los republicanos a gobernador. El resultado fue una victoria inesperada para un hombre que estuvo en la guerra de Irak en 2004 como asesor legal de los Navy Seals, la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada estadounidense.
Desde entonces, DeSantis supo convencer a los seguidores de Trump con su discurso político, pero se mantuvo al margen de las polémicas relacionadas con el expresidente, como su denuncia infundada sobre un fraude electoral en las presidenciales de 2020.
Para MacManus, el gobernador de Florida y Trump difieren más en su forma de comunicar que en sus objetos políticos.: su “línea de pensamiento es mucho más fácil de seguir para la gente”, asegura. “Y la gran diferencia es que él siempre hace hincapié en qué políticas tiene en mente y por qué, mientras que Trump puede ser disperso y mantener conversaciones enteras sobre sí mismo”.
El camino hacia un posible enfrentamiento entre ambos aún está lejos, recuerda la politóloga, pero los recientes ataques de Trump contra DeSantis muestran que el expresidente ya considera al gobernador como un posible rival.
“Creo que cometería un error [al presentarse a la presidencia], creo que a la base no le gustaría”, dijo Trump el lunes por la noche, según el canal Fox News. “Si se presenta, les diré cosas sobre él que no serán muy halagadoras”, advirtió.
Fuente: Perfil