Consiste en una riñonera y un tubo para poner adentro las figuritas de los “mufa” que se quieren congelar en el freezer. Paola Russo y Matías Herrera son sus creadores, dueños de la marca Brava Bags. No pudieron viajar, pero se sumaron a la ola mundialista.
Paola Russo y Matías Herrera lanzaron Brava Bags poco antes de la pandemia de coronavirus, firma que se dedica a fabricar y vender artículos de marroquinería. En la cuenta regresiva del Mundial de Fútbol de Qatar, crearon los kits antimufa para que la Scaloneta logre traer la copa a la Argentina, y se agotaron en una semana. “Ojalá que funcionen”, se entusiasmó la diseñadora.
¿Qué trae el kit? Unariñonera con una chapita que dice “Scaloneta”, cierre de Messi y Di María, un tubo para poner adentro las figuritas de los “mufa” que se quieren congelar y las indicaciones de uso, estampitas de Maradona y Messi. El sueño es que, en tierra donde sobran las cábalas, esta vez den resultado.
“Con mi novio somos muy fans de la Scaloneta y ya desde la Copa América nos tatuamos. Ahora, decidimos que queríamos participar de alguna forma en el Mundial y se nos ocurrió armar una riñonera con distintas cosas adentro; entonces pusimos un tubo mufa, distintos jugadores de otras selecciones o gente que acá en la Argentina la consideramos mufa. Cuando los recibían tenían que ponerlo en el freezer para congelar a esas personas y que no puedan accionar su mufa”.
Los compradores del kit fueron “muy variados”, pero los fans reales fueron los más chicos. “Los nenes se volvían locos con las figuritas, con el tubo antimufa, con todo”, contó entusiasmada.
El sueño de Brava Bags, que creció en pandemia
Paola y Matías lanzaron Brava Bags en 2019, poco antes de la irrupción de la pandemia de coronavirus. La venta era online y el retiro por la casa de ella, en la localidad bonaerense de Wilde.
El inicio del emprendimiento fue como hobby, porque Paola había estudiado diseño de marroquinería y quería comenzar a crear sus propios artículos.
“Empezamos vendiendo por redes sociales, por Instagram y después iba a showrooms, a ferias y ahí me empecé a hacer como más conocida, la gente tenía la posibilidad de ver mis productos, pero cuando nos agarró la pandemia todo eso dejó de funcionar y no me quedó otra que perder la vergüenza y empezar a hablar por redes sociales”, contó.
Cuando la cuarentena impidió la circulación de gente, tuvieron que reinventarse y empezar a hacer envíos a domicilio por motomensajería o correo. Ambos mantenían sus empleos (ella como data entry y él como encargado de un edificio de Puerto Madero), pero no querían abandonar su sueño.
“La pandemia fue nuestro mayor crecimiento, tanto que terminamos abriendo un local en el centro de Wilde”, recordó la diseñadora. Fue entonces cuando decidió renunciar a su empleo y dedicarse tiempo completo al emprendimiento. Poco después, Matías la siguió en el mismo camino. Hoy, el equipo también creció y sumaron talleristas.
Pasaron de fabricar menos de diez artículos por mes a más de 700. Su especialidad son las carteras, las riñoneras y productos de marroquinería, todos con cuero ecológico o lona, pero por supuesto la estrella es el kit antimufa, los pilusos y algunas sorpresas más para el mundial.
El próximo paso de Brava Bag es apuntar a la venta mayorista para llegar a toda la Argentina y, a futuro, quieren expandirse a los países de la región.