La última vez que vieron a la niña fue el 10 de octubre de 2005. El único sospechoso, acusado de abusar sexualmente de tres hermanas de la víctima, se mató el día que empezaba el juicio en su contra por ese hecho.
El lunes 10 de octubre de 2005 era feriado y María Luján Olguín, que en ese momento tenía 8 años, le pidió permiso a su mamá para ir con una de sus hermanas a jugar a la plaza que estaba ubicada a tres cuadras de su casa, en la localidad bonaerense de Bella Vista. En esos 300 metros su rastro se perdió para siempre.
Carolina, dos años mayor que María Luján, regresó sola ese día y con la urgencia de la desesperación en la voz explicó que su hermana había cruzado a comprar golosinas al kiosco y después ya no pudo volver a encontrarla.
“Me acuerdo de que estaba preparando el almuerzo y se me cayó la olla que tenía en la mano”, dijo a TN sobre ese dramático momento Roxana Yelly, la mamá de Carolina y María Luján. De un segundo para el otro, la tranquilidad del feriado se transformó en una búsqueda caótica contrarreloj que todavía, a 17 años de ese día, no arrojó todavía ningún resultado.
La causa por la desaparición de María Luján no tuvo nunca un detenido pero sí un sospechoso: un vecino que iba a ser juzgado por el abuso sexual de tres hermanas de la víctima. “Se suicidó el día que empezaba el juicio”, contó a este medio Mariana Olguín, hermana de la nena desaparecida, pero resaltó con cierto escepticismo: “Yo nunca vi el certificado de defunción”.
La desaparición de María Luján
A María Luján se la tragó la tierra entre las 14 y las 14.30 de ese lunes feriado. Durante esa ventana horaria, en menos de 30 minutos, la nena de 8 años desapareció y nadie vio ni escuchó nada.
“Fueron noches enteras sin poder dormir y buscarla el día entero después”, señaló su mamá. Tanto ella como su marido, Rodolfo Olguín, y los hijos mayores del matrimonio, recorrieron con foto en mano de María Luján las calles, los descampados de la zona, las estaciones de tren de Retiro y Constitución y hasta se metieron en la villa 1.11.14 con la esperanza de encontrarla.
“Después de un corto tiempo la Policía no nos ayudó más”, lamentó la mujer. El caso pasó por dos fiscales y ambos le prometieron avisarle sobre cualquier novedad que surgiera en la investigación. Pero nunca la llamaron. “Si yo no iba a preguntar, no me decían nada”, añadió Roxana.
“Vas a terminar como tu hermana”
Pero entonces, mientras buscaban a María Luján sin descanso, un nuevo golpe sacudió a la familia. Otras tres hermanas de la nena desaparecida denunciaron haber sido violadas por un vecino y amigo de los Olguín, que además era el padrino de una de ellas.
Mariana, la mayor de las hijas del matrimonio, tenía 19 años en esa época y no fue víctima del abusador, pero sí fue testigo del dolor que causó y también se enteró por boca de sus hermanas menores cuál fue la cruel amenaza con la que el agresor garantizó su silencio. “Si hablan les va a pasar lo mismo que a tu hermana”, les decía el hombre, según precisó en diálogo con TN.
En ese sentido, Mariana infirió: “Pienso que él abusó de María Luján, se le habrá ido la mano y la mató”. Sin embargo, tras la denuncia presentada por la familia Olguín, ese hombre no pasó ni un solo día preso. “Pasaba por la puerta de mi casa como si nada”, agregó.
Después, como el sujeto en los meses siguientes había aparecido con un auto nuevo y una moto, llegaron a pensar también que podía haber “entregado” a María Luján a cambio de dinero. Todas sospechas pero faltaron pruebas primero y tiempo después, ya que el sujeto se ahorcó el mismo día que empezaba el juicio en su contra.
Una red de niños mendigos o un secuestro: las otras hipótesis
En medio de tanta incertidumbre, surgieron un par de líneas más de investigación que fueron perdiendo fuerza prácticamente desde el inicio. Una de ellas era la versión que apuntaba a una presunta red de niños mendigos en la que podría haber caído la víctima.
De hecho, en una entrevista con los medios brindada tiempo atrás, la mamá de María Luján contó: “La buscábamos como a una nena de la calle (…) Cuando veíamos chicas durmiendo en la vereda las destapábamos a ver si alguna era ella”.
La otra hipótesis apuntaba a un posible secuestro, pero la familia jamás recibió un llamado extorsivo ni le exigieron rescate alguno a cambio de la aparición con vida de la menor. Solo restaba esperar a que alguien se quebrara y confesara cuál había sido su destino, pero hasta el momento eso no sucedió.
“Lo que sea que haya pasado se pudo haber evitado, tanto si a él se le fue la mano o si la vendió”, cuestionó por su parte Mariana, la hermana de María Luján, y subrayó: “(El sospechoso) estuvo 10 años libre como si nada. Si lo hubieran agarrado antes, hubiéramos podido saber algo de María Luján”.
En septiembre de 2021 y gracias a la colaboración de una ONG con la familia, fueron publicadas dos proyecciones de edad que muestran las facciones que podría tener María Luján en la actualidad.
“Rezo para que vuelva”
Cuando desapareció, María Luján cursaba segundo grado de la escuela primaria y vivía en Bella Vista junto a sus padres y sus diez hermanos, siete mujeres y tres varones. “Ella era la chispita de la casa”, recordó su mamá, y añadió: “Era inteligente, cariñosa y le encantaba jugar a la pelota, no quería muñecas”.
“Yo soñaba que terminara el colegio”, dijo con pena Roxana, que ahora reza para que un día María Luján vuelva con ellos a su casa. “La recuerdo cada día”, apuntó. Su hermana mayor contó que a una de sus hijas le puso Luján porque se parece mucho a ella. “Es muy divertida, tiene su misma mirada”, manifestó.
Rodolfo Olguín murió en 2020, justo el día del cumpleaños de su hija mayor. En la casa de Bella Vista en la que tiempo atrás vivía la familia numerosa, hoy solo quedan Roxana y sus dos hijos menores. “Hace 4 años se me prendió fuego la pieza y se quemaron papeles, ropa, perdí todo lo que guardaba de María Luján”, se lamentó la madre, que sin embargo destacó: “Su sonrisa me acompaña siempre”.
Fuente: TN