La confirmación de victoria, más de una semana después, del Partido Republicano en el distrito 27 de California otorgó a esta formación el representante que le faltaba para alcanzar la mayoría de 218. Esta victoria se da por la mínima en la cámara baja tras unas elecciones de medio término que han tenido un sabor amargo para los conservadores, al no producirse la esperado ‘ola roja’ que hubiera puesto en peligro al gobierno de Joe Biden.
Más de una semana después de que cerraran los colegios electorales de las elecciones de medio término, el Partido Republicano puede confirmar que recupera cuatro años después la Cámara de Representantes. La espera de los conteos se ha hecho muy larga, pero la victoria republicana en el distrito 27 de California ha podido ratificar la mayoría en esta cámara de la formación conservadora. Un resultado positivo para ellos que, sin embargo, tiene un sabor muy amargo debido a que esta victoria se ha dado de una forma mucho más ajustada de la que esperaban.
Los republicanos tendrán una ventaja de uno o dos asientos sobre el Partido Demócrata de Joe Biden en la Cámara y no han podido ganar la mayoría en el Senado, resultado que están muy lejos de la ‘ola roja’ a la que durante semanas hicieron referencia algunos líderes como el expresidente Donald Trump. Un fracaso parcial que ha hecho tambalear los cimientos de la formación conservadora.
El objetivo principal del sector más extremista del Partido Republicano, íntimamente ligado al expresidente no podrá poner en problemas al Gobierno de Joe Biden durante los dos años que restan de mandato demócrata, algo que había sido su principal objetivo. El actual mandatario puede tener problemas a la hora de sacar adelante algunas leyes, pero con su mayoría en el Senado y el entendimiento con unos pocos republicanos moderados podrá alcanzar sus objetivos legislativos sin mucha complicación.
Aunque la pérdida le quita algo de poder a Biden en Washington, ha señalado que espera que los republicanos cooperen. En una conferencia de prensa la semana pasada, dijo: “El pueblo estadounidense ha dejado claro, creo, que espera que los republicanos también estén dispuestos a trabajar conmigo.”
Además, muchas de las apuestas más radicales del expresidente Trump para el Senado y la Cámara de Representantes han salido derrotadas frente a sus rivales demócratas, algo que ha puesto en entredicho el liderazgo de la que hasta ahora era la voz con más peso dentro del partido.