El actor tendrá un papel en la película Control, escrita y dirigida por Gene Fallaize.
Kevin Spacey comienza a recuperar poco a poco su carrera cinematográfica, después de todas las polémicas sexuales despertadas a raíz de la demanda de Anthony Rapp. El actor demandaba al protagonista de American Beauty por valor de 40 millones de dólares, sin embargo, el jurado falló a favor de Spacey y ahora su carrera podría tener cierto futuro si las restantes acusaciones que acumula terminan en nada. La cinta en cuestión se llama Control y según Variety, el actor no tendría una gran presencia física en pantalla, sino que su rol se desarrollaría en un segundo plano, algo así como el papel de Kiefer Sutherland en Última llamada.
Control sigue a Stella Simmons (Lauren Metcalfe), una ministra del gobierno británico que se ve envuelta en una aventura con el primer ministro del país (Mark Hampton). Alguien, descubre su secreto y cuando se sube a su coche, la secuestran de forma remota para vengarse de ella, causando un gran alboroto en las calles de Londres. Pero realmente, la noticia es la participación de Kevin Spacey en la producción. Hace años fue uno de los principales rostros de Hollywood, ante unos espectadores que lo encumbraron como uno de los mejores intérpretes de la industria. Sin embargo, en 2017, con la eclosión del movimiento #MeToo, surgieron las acusaciones de Rapp y otras 15 personas con denuncias similares. De hecho, a día de hoy Spacey tiene varios cargos pendientes en Reino Unido.
A pesar de sus problemas judiciales y el estigma social que representan, el director Gene Fallaize no pareció inmutarse al elegir al actor de Sospechosos habituales, incluso escribió la película pensando en él, declarándole a Variety lo siguiente: “es uno de los mejores actores de nuestra generación. Dejando a un lado su vida personal, es algo que no puedo comentar y de lo que no tengo conocimiento, es una oportunidad de trabajar con uno de los grandes actores”.
En junio de 2023, Spacey será juzgado por otros cinco cargos de agresión sexual en Reino Unido, mas siete cargos adicionales. El actor fue expulsado en su momento de las principales producciones en las que participaba, como en Todo el dinero del mundo, en el que se regrabaron sus escenas con el actor Christopher Plummer, lo que terminó valiéndole a este una nominación al Oscar. Por supuesto, también fu expulsado de la serie de Netflix, House of cards. Spacey era la auténtica sensación del show y a pesar de que el servicio de streaming intentó continuar la ficción con Robin Wright, finalmente la serie fue cancelada.