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Atentado a CFK: Las sospechosas maniobras del entorno de Gerardo Milman

La Inspección General de Justicia constató más de una decena de ilícitos en una sociedad creada en 2017 por dos empleados de Milman, contando con recursos provenientes del Ministerio de Seguridad. Para el organismo, existen “graves, precisas y concordantes presunciones de que se trata de una sociedad simulada” o “pantalla”, detrás de la cual estaría el legislador del PRO.

Septiembre de 2017 ofreció coincidencias asombrosas en la vida de Carolina Gómez Mónaco, la exmiss Argentina 2012 que trabaja con el diputado Gerardo Milman en la Cámara de Diputados y que, según un testigo de la causa del atentado contra Cristina Fernández de Kirhcner, estaba con él cuando lo escuchó decir “cuando la maten voy a estar camino a la costa”. Aquel mes y aquel año, con un día de diferencia, la mujer primero constituyó una sociedad llamada Salvattore Group, que resultó ser un centro de belleza, junto con otro empleado de Milman, Fernando Daga, y un día después fue nombrada al frente de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito del Ministerio de Seguridad que manejaban Patricia Bullrich y Milman, y a su hermana se le dio un cargo para administrar los fondos reservados y ordinarios. Los datos surgen de una resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ) que constató más de una decena de irregularidades en la sociedad en cuestión y concluyó que existen “graves, precisas y concordantes presunciones de que se trata de una sociedad simulada” o “pantalla”. “Nosotros creemos que Milman estaba detrás y que los socios que aparecen serían testaferros”, le dijo a Página/12 el titular del organismo, Ricardo Nissen, que promovió “acciones judiciales de nulidad” contra Salvatore Group SAS.

Coincidencias

La resolución de la IGJ señala que la coincidencia temporal “motivó una fundada sospecha sobre los orígenes de los fondos utilizados por Carolina Elisabeth Gómez Mónaco para abrir ese emprendimiento, pues mientras lo ‘asesoraba’ a Milman y su hermana Daniela ‘manejaba fondos’ de los cuales no había que dar mayormente explicaciones o rendir cuentas, aquella puso en marcha en la Avenida Corrientes 1135 Luxa Estética, dedicada a tratamientos de modelación corporal que luego empezó a facturar como Luxa Models en un 100 por ciento siendo actualmente empleada de la Cámara de Diputados”. La primera cuestión que observa Nissen es que las llamadas SAS (Sociedades de Acciones Simplificadas) fueron una modalidad societaria inventada por el gobierno de Mauricio Macri, que permitía abrir una sociedad en 24 horas sin grandes requisitos ni control de legalidad. Supuestamente era para promover emprendimientos, pero según el inspector general se usaron para crear sociedades fantasma en reemplazo de las off shore. Según explica en el documento donde se refiere a Salvatore, no hubo ni una SAS creada en el período de gobierno macrista (fueron unas 12 mil) que fuera encontrada en la sede social inscripta.

Irregularidades

A comienzos de noviembre, la IGJ motorizó una inspección en Salvatore Group SAS que arrojó una larga lista de anomalías que son las que generaron el estado de sospecha sobre cuál sería su verdadera finalidad, que Nissen arriesga podría estar ligada al uso y manejo de fondos estatales sin control.

* La sociedad fue inscripta el 27 de septiembre de 2017 en 24 horas. Sus operaciones sociales en los papeles comenzaron el 30 de junio de 2019, con lo cual todo indica que se buscó evitar controles. Los socios son Gómez Mónaco y Daga, ambos empleados de Milman, de 27 y 30 años, respectivamente, al momento de la constitución societaria.

La sociedad se conformó con 31 objetos sociales distintos, es decir, como si pudiera dedicarse a toda clase de actividades. De hecho figuran: importación y exportación, servicios relacionados con actividades agropecuarias, avícolas, ganaderas, tamberas, vitivinícolas, también de comunicación sobre espectáculos, editoriales y gráficas, actividades culturales educativas, desarrollo de tecnología, investigación innovación, actividades inmobiliarias y de la construcción, gastronómicas, petroleras, gasíferas, de salud y de transporte. Un objeto social tan amplio, dice la IGJ, “no cumple con el principio de especialidad previsto en el código unificado y mal puede ser considerado persona jurídica”.

Empezó con un capital social de 17.720 pesos, 25 por ciento en efectivo. Se integró solo con 4430 pesos, pero gastó más y quedó con patrimonio negativo de 1035 pesos. Esto violaría el Código Civil y Comercial.

El domicilio declarado no coincidía con el real. Si bien era en Corrientes 1135, figuraba como piso 1, pero era en el subsuelo. Es un requisito declarar la sede social.

Nunca presentó libros contables, hasta que fue intimada a comienzo de mes, cuando tampoco presentó todo. Entregó los ejercicios cerrados el 30 de junio de 2018 y un año después, pero no entregó los de 2020, 2021 y 2022. Tampoco presentó libros de actas, balances, registro de acciones, asambleas, reuniones de socios, ni cambio de autoridades.

* Según los papeles, la sociedad no tuvo actividad comercial en los ejercicios cerrados en 2018 y 2019, ni ingresos ni gastos operativos. Aparece el pago de un alquiler, aunque según los estados contables los alquileres abonados fueron condonados el 30 de junio de 2019. Lo que contabiliza de pagos de alquileres son 330 mil pesos. La dueña del 50 por ciento del inmueble de 291 metros cuadrados es Carolina Gómez Mónaco y la otra parte es de Graciela Bamonde, exesposa del hermano de Daga.

* La sociedad no tiene cuentas bancarias ni dinero en caja, no registra ventas y solo contabiliza el pago de alquileres en cuestión.

* El patrimonio neto es de 12.090 pesos y le debe 60.000 pesos a Gómez Mónaco.

* Ante la falta de balances, cuando fueron a consultar al sistema Nosis, los especialistas de la IGJ encontraron que, pese a no tener actividad registrada en libros, la facturación anual oscilaba entre 10.050.385 y 50.251.921 de pesos.

Así las cosas, todo indica que en los próximos días habrá más denuncias que complicarán el panorama de Milman y al menos estos dos colaboradores. También son investigados ahora en forma más directa en la causa del intento de magnicidio a CFK por orden de la Cámara Federal. Esta trama de negocios pone sobre la mesa una organización mucho más compleja de lo que se podía apreciar hasta ahora. 

Por Irina Hauser – Página/12