El lugar ya era visitado mucho antes de la fundación del municipio. Se trata de un pequeño arroyo que congrega a todos los habitantes del pueblo. Su nombre actual se debe a una mujer y está ligado a la historia del pueblo.
Si le preguntas a un andresiteño un lugar para ir al agua, seguro que dentro de las primeras 3 opciones te va a mencionar “La Blanquita”. Se trata de un arroyo pequeño, que desemboca en el río Iguazú. Pero su nombre hace referencia a toda esa zona que bordea el majestuoso cauce, algo así como un kilómetro y medio de orilla y barranca de tierra roja, emblema de Misiones.
Si bien debería haber sido chacra, el camino le quitó una tajada, dejando el margen del agua con algunos metros de tierra como invitación a ir a pasar el día.
Durante el verano, se convierte en algo así como “la playa de Andresito”. Es inevitable ir al menos una vez a disfrutar de sus aguas frescas y poco profundas. De hecho, la gente lleva su silleta, alguna comida o bebida y se sienta a algunos metros de la costa, a aprovechar la tarde.
Otros prefieren pasar el día allí y van más temprano, para asegurarse un lugar a la sombra. A la hora del mediodía es posible seguir el rastro de humo que conduce al asado a la estaca o a un guiso al disco.
Luego, están los que la consideran un buen lugar para la pesca, a cualquier época del año, exceptuando la veda, claramente. Es que la Blanquita ofrece sitios ideales para esta práctica, con aguas más profundas. Los señaladores de estos puntos son los bordes de barranca lisa, por el rastro de quienes eligen el silencio para despejarse de la rutina.
Por: Fabian Bautista – Canal12.com