La pareja más mediática de la Argentina volvió a tener un año convulsionado por su eterna crisis y, sobre todo, por la aparición de L-Gante en su universo.
Invierno en Europa y verano en la Argentina. 17 de enero de 2022. Wanda Naraestaba viviendo los primeros momentos de un año que se avizoraba diferente al que había pasado, tan convulsionado por una crisis casi terminal con Mauro Icardi a la que se llamó Wandagate. Es por eso que, ese día, respondió mensajes de sus seguidores. El futuro, creía, era promisorio. “Creo en la palabra, en el perdón y en el arrepentimiento”, escribió.
Con el correr de los meses, esa fe se terminó de diluir definitivamente. La pareja terminó intercambiando un ida y vuelta tóxico a la vista de millones de seguidores con terceros en discordia, romances cruzados con otras figuras mediáticas, negocios en común, mudanzas, viajes y actitudes de ambas partes que parecen tener tintes de revanchismo.
De la confianza a la traición, de las vacaciones a mostrarse a los besos con otras personas, Wanda Nara y Mauro Icardi no conocen de grises. Todo es extremo. ¿Cómo se escribió en la realidad esta crónica anunciada de la separación de una de las parejas más mediáticas del ambiente?
Wanda Nara vs. Mauro Icardi: el inicio de la cronología de un desamor tóxico
La crisis de Wanda y Mauro por la infidelidad del futbolista con la China Suárez había sido el tema predominante en 2021 para el mundo del espectáculo. A comienzos de 2022 eso estaba quedando atrás, luego de que la empresaria había perdonado al delantero. Todavía instalados en París, el amor parecía volver a reiniciarse con nuevas expectativas.
En ese ya lejanísimo enero, Wanda respondió preguntas de sus seguidores de Instagram: la empresaria mediática detalló las razones que la llevaron a recomponer su familia a pesar del escándalo. “Creo en la palabra, en el perdón y en el arrepentimiento. Odio la soberbia, la mentira y la envidia. Una familia, por estas cosas, no se debe romper. El amor de una familia es más grande que algunas cosas”, consideró.
Esa fe ciega la llevó a apostar por su pareja. Por eso, en febrero, Wanda le organizó una exclusiva fiesta a Mauro Icardi para festejar sus 29 años en un barco. En el exclusivo evento, que tuvo de fondo a la Torre Eiffel mientras la embarcación navegaba por el Río Sena, estuvieron Valentino, Constantino, Benedicto, Isabella y Francesca. También se hicieron presentes algunos amigos cercanos a la pareja.
Esas creencias en la familia fueron modificándose con el correr de los tiempos, sobre todo una vez que pisó Buenos Aires. En abril, Wanda regresó al país y los rumores de crisis seguían instalados. Tuvo una actuación especial uno de sus guardaespaldas, que vio una cámara y no quiso quedarse fuera del juego mediático.
Frente al rumor de un supuesto affaire entre los dos, el granadero Agustín Longueira negó el romance, aunque estuvo varios meses en los focos de la TV. “Me hubiera encantado, pero es una mujer casada. Yo la respeto y no hice nada”, expresó.
A su regreso a Europa, Wanda enfrentó otra vez un revival del Wandagate de 2021: descubrió la China Suárezvolvió a escribirle a Icardi y explotó. Consultada por el escándalo, la empresaria expresó que no le sorprendía la actitud de la actriz. “Estamos hablando de la misma que acariciaba un embarazo y se acostaba con el marido en el camarín y al tiempo ella quedó embarazada”, lanzó.
Viaje a África, mudanza a la Argentina y una separación anunciada: un verano europeo a puro cambio de Wanda Nara y Mauro Icardi
Aunque parece un hecho aislado, este cimbronazo gestó el germen de la separación una vez más en la pareja. Pero, a pesar de eso, Wanda y Mauro siguieron apostando a la familia y viajaron a Tanzania, días después de que el delantero ganara un torneo con el PSG, donde aun jugaba. Luego, su pase al Galatasaray de Turquía desembocaría en cambios de 180 grados para los dos.
El 1 de junio, Wanda Nara y Mauro Icardi se mostraron juntos en un recorrido por lugares típicos de África, ciudades y rincones de los países de Ruanda, Kenia y Tanzania. Uno de esos espacios tan particulares es el “hotel de las jirafas”, el exclusivo Giraffe Manor, donde la noche cuesta de 800 dólares para arriba.
A pesar de las vacaciones, las cosas entre Wanda y Mauro seguían mal. El viaje a Ibiza de la mediática junto a su hermana Zaire alimentó esa grieta que ya era irremontable. El 24 de julio las hermanas Nara descontrolaron la ciudad española: un hombre le besó el escote a la empresaria, mientras ella transmitía un recital de Ozuna por sus redes.
Si bien al crecer los rumores de separación, había intentos de parte del entorno para no confirmarlo, ya nadie podía tapar el sol con la mano. La llegada de Wanda a la Argentina en el inicio de agosto, sola, repleta de valijas y sin querer hablar sobre Mauro daba indicios de que las cosas estaban muy mal.
Un audio que se filtró indicabaque había viajado en ese momento para arreglar todas las cuestiones legales de su separación, además de grabar su participación en Quién es la máscara, el reality musical de Telefe. “Estoy haciendo el divorcio”, aseguró ella en un audio privado que hizo trascender LAM (América).
Semanas después, lo que se especulaba se concretó. El 22 de septiembre Wanda Nara confirmó su separación con un contundente mensaje en sus redes. Cuando a la mediática le preguntaron hace cuánto estaba casada con el futbolista, ella respondió con una selfie y unas breves palabras, terminantes: “Estuvimos 9 años”.
El desembarco de L-Gante en la trama tóxica entre Wanda Nara y Mauro Icardi
En este culebrón argento-shakespeariano de Montescos y Capuletos mediáticos faltaba un tercero que nadie había registrado en el radar. Subido a una fama cada vez mayor, con un éxito musical detrás de otro, L-Gante apareció en esta historia por la ventana: tímidamente, se vieron las primeras fotos del creador de la Cumbia 420 con la empresaria en un boliche.
¿Era real o era ficción? Un poco y un poco, porque la empresaria y el músico habían grabado un video juntos. Ambos fueron las caras de una movida publicitaria importante, pero su química era evidente. Tanto que Mauro Icardi, ya separado de la modelo, sintió el golpe, aunque seguía sin aceptar el distanciamiento de su pareja.
Semanas después de haberse conocido el videoclip que grabaron Wanda y L-Gante, y con la separación confirmada del músico de Tamara Báez, el futbolista se mostró en llamas en un vivo de Instagram. “Wanda es el hazmerreír del mundo entero con sus actitudes y no estoy preparado para afrontar todo esto”, dijo”, lanzó, al romper en silencio.
Lentamente, L-Gante y Wanda abrían la luz de lo que estaba pasando entre ellos. El 30 de septiembre en un vivo de Instagram que hicieron los dos, se habían definido como “muy buenos amigos”, pero dejaron la puerta abierta a un noviazgo. Durante un pasaje de la transmisión, el creador de la Cumbia 420 incomodó a la mediática. “¿Por qué será que la gente piensa que somos pareja?”, indagó. Y ella, con picardía, le contestó: “¿Por qué nos vieron cenando o por qué hacemos buena pareja?”.
Invitado a La Noche de Mirtha (eltrece) L-Gante no dejó lugar a dudas con respecto a lo que lo unía a Wanda. “La estoy conociendo. Estamos conociéndonos. “Es linda, es una linda mujer”, dijo cuando le preguntaron por la mediática.
Pero en esta trama novelesca los actores secundarios también son importantes. Sobre todo si sus opiniones pesan en la de los protagonistas. Desde Estambul, instalados por el desembarco de Mauro Icardi en Turquía, los hijos de Wanda se expresaron con mucha bronca contra el cantante. “Te odiamos”, lanzó uno de ellos a través de las redes.
Tras dejar un octubre fervoroso y cambiante, Wanda volvió a apostar a amigarse con Mauro Icardi. A pesar de las escenas apasionadas con L-Gante en un video que grabaron juntos y las secuencias en boliches en los que los vieron, la mediática eligió a las Islas Maldivas para un último intento con Icardi.
Del viaje a las Maldivas, la confirmación de la crisis y el like que abre otra chance: el futuro de Wanda Nara y Mauro Icardi
Para el propósito de reconquistar su amor, viajaron los dos solos a las paradisíacas Maldivas y eligieron un lujoso hotel para hospedarse: un refugio tropical con pileta privada y una imponente vista hacia el Océano Índico. Tal como compartieron en sus respectivos perfiles de Instagram, dieron a conocer que el alojamiento donde estuvieron es One&Only Reethi Rah y su habitación cuesta alrededor de un millón y medio de pesos la noche.
Pero las cosas no estaban nada bien. Como siempre, a través de sus redes, la empresaria fue terminante. “¿Por qué no decís que te reconciliaste?”, le preguntó un fan. “Porque estaría mintiendo, intenté porque creo que una relación de tantos años se merecía otra oportunidad, pero no resultó”, respondió ella.
Todo terminó de detonar cuando Wanda volvió, una vez más, a la Argentina. La empresaria se reencontró con L-Gante y salieron solos. En el perfil de Instagram de Gossipeame subieron una foto y un video, donde están sentados frente a frente en una mesa del patio de un restaurante donde compartieron una cena íntima.
Pero la frutilla del postre vino después. Esa misma noche, L-Gante y Wanda sellaron su incipiente romance en la calle. Tras compartir la comida, una cámara de Socios del espectáculo (eltrece) los sorprendió a la salida del restaurante Gardiner cuando se metieron en el auto del músico y le dieron rienda suelta a la pasión: se besaron y todo quedó registrado en un video.
Verano en la Argentina e invierno en Europa. 27 de diciembre. Wanda Nara vive los últimos momentos de un año revolucionado que volvió a ubicarla como una de las personas más populares de los medios. Como un eco que no para de resonarle en la cabeza, la empresaria sigue mirando de reojo a lo que fue la familia que formó.
Eso la llevó, seguramente, a tener un gesto digital con Icardi tras varias semanas de indiferencia que alimentaron rumores de reconciliación: le puso un like en una foto. ¿Será el inicio de otra oportunidad más que intente solidificar una estructura que se le escurrió de las manos? El tiempo, los posteos y los comentarios mediáticos de los protagonistas de este culebrón sin fin ni guion lo dirán.