Daños colaterales en la vida del famoso escritor.
Mario Vargas Llosa vive el infierno tan temido tras su separación de Isabel Preysler. En La civilización del espectáculo –libro que presentó en 2012–, el escritor peruano escribió sobre un escenario mediático que hoy lo tiene a él como protagonista. En dicho libro, él escritor describe apesadumbrado que se eliminó la barrera entre lo público y lo privado, y que internet representa la libertad de información sin filtro alguno para ser mero ruido.
“Una de las características de la cultura de nuestro tiempo es que el entretenimiento se ha convertido en un valor que prevalece sobre los otros”, explicó Vargas Llosa en una entrevista con el diario El País. “Y eso ha arrastrado al periodismo; cada vez se tiende más a hacer de la información una diversión. Los periódicos serios no pueden prescindir de una cierta información chismográfica porque pierden lectores.”
Rumores. La separación de Vargas Llosa de Isabel Preysler genera un revuelo mediático mayor al que se montó con el inicio de esa relación en 2015. El morbo que provoca descubrir por qué se rompió esa pareja, puso a Vargas Llosa a tener que responder –o en su caso, a evitar hacerlo– sobre si tal o cual rumor que circula es verdadero.
En su caso, los rumores incluyen situaciones donde en otro momento, el pudor o el respeto básico hubiera inhabilitado algunas preguntas. A saber, si las flatulencias de Vargas Llosa o de la “inmaculada” Isabel Presyler tuvieron que ver con el quiebre de la pareja es una pregunta que el Nobel de Literatura jamás imaginó recibir. Ante eso, que le pregunten qué papel jugaron los celos, es una nimiedad.
Por Ernesto Ise – Perfil