Es el número que se registró desde el inicio de este programa del IPLyC SE, que se consolida en Misiones con el paso de los días, con el acompañamiento de los padres y de los referentes barriales. En esta décima semana de actividades y continuando con el compromiso social asumido por el Instituto desde diciembre, un total de 150 niños de los barrios A4; del 508 Viviendas, de Itaembé Guazú, y de la Chacra 252, visitaron las instalaciones del Espacio Recreativo IPLyC para dar rienda suelta a los juegos y entretenimientos que el equipo de profesores prepara con tanta dedicación.
En medio de un bullicio inusitado, el jueves hubo actividades en la cancha y jornada de pintura para los más pequeños. Los más grandes jugaron al fútbol, chapotearon en el agua, y cumplieron la consigna de limpiar el patio, tirando pelotitas de colores a “la casa del vecino”, haciéndoles ver, luego, que esta práctica es incorrecta, que solamente se trata de un juego. Para finalizar, limpiaron el patio entre todos, por lo que también recibieron premios.
Antonia Ortega fue quien tuvo a su cargo la delegación del barrio A4. Contó que en el 2000 comenzó a trabajar con un comedor, pero que después lo mudó al merendero del Programa de Asistencia Solidaria (PAS), al que denominó “Caritas sucias de Rosario”, en homenaje a una amiga que ya no está, pero que era muy colaboradora. Este lugar funciona de lunes a viernes, y los sábados preparan la cena. A la convocatoria del jueves 16, acompañó a niños de entre 4 y 14 años y celebró que “todos tienen su espacio, su actividad, por lo que se sienten muy cómodos, y nadie se aburre”.
“Esto tiene que seguir porque los chicos no tienen facilidades para salir del barrio. No conocíamos el lugar, es una experiencia nueva para los niños, que están muy entusiasmados y un aprendizaje para nosotras como mamás. Unos están jugando en la cancha, los más chicos están pintando. Es muy buena la atención”, acotó.
A Laura Díaz, mamá de dos chicos y abuela de otro, le pareció “una experiencia muy linda compartir. Siempre vamos detrás de nuestra niñez, porque hay muchos chiquitos, que son más vulnerables cuando están solos. Y, de paso, nosotras también aprendemos”.
Lamentó que “venimos de un barrio que se siente marginado por las cosas que pasan, por eso siempre es bueno que se pueda seguir trabajando con los chicos, hay que tratar de hacerlo las veces que se pueda. Hay que involucrarlos en más actividades, en el deporte, por ejemplo, para que se despejen de las cosas que pasan en el A4. Somos mamás que queremos que nuestra familia sea algo bueno. Tratamos de hablar, de aconsejar, continuamente”.
“Más de dos mil chicos de distintos barrios posadeños pudieron conocer el predio, y todos elogiaron las actividades recreativas, de organización y de atención a las delegaciones”, manifestó el vicepresidente del IPLyC SE, Mario Alcaraz, al tiempo que adelantó que “para el resto del año, estamos pensando llevar el programa a los barrios, instalarnos en las plazas, aunque más no sea dos veces a la semana”.