Los incidentes ocurrieron entre el 16 y el 27 de febrero. En todos fue el mismo modelo de avión. En las redes, varios usuarios expresaron su preocupación.
Cuatro vuelos de la empresa Flybondi sufrieron cambios en sus rutas aéreas en los últimos días de febrero, producto por problemas técnicos y meteorológicos, pero a pesar de la alarma en redes sociales tanto la empresa como fuentes vinculadas a los organismos de control de aviación descartan que los incidentes salgan de lo esperable para una empresa aérea.
La empresa lowcost Flybondi registró modificaciones en sus rutas, tanto a la hora de la partida como del aterrizaje, en cuatro vuelos, que ocurrieron el 16, el 17, el 25 y el 27 de febrero. En todos los casos, el modelo de avión fue un Boeing 737-8U3.
Flybondi destacó a Clarín que, a pesar de los inconvenientes, los vuelos fueron realizados sin cancelaciones y que los cambios se debieron a “problemas técnicos”, en su mayoría.
“Uno de los vuelos vio afectado su aeropuerto de llegada por cuestiones meteorológicas que ese día impactaron sobre la operación de la mayoría de las aerolíneas”, puntualizaron.
“En Flybondi operamos con una flota estandarizada de Boeing 737-800 NG y con los más altos estándares de seguridad, por esa razón los vuelos pudieron realizarse de manera efectiva y llevando a cabo todo los procedimientos reglamentarios”, afirmaron desde la compañía aérea.
Y siguieron: “Más allá de que durante las últimas semanas otras aerolíneas que operan en Argentina también vieron afectadas su operación por temas similares, se percibe que cuando se trata de un avión de cualquiera de las aerolíneas low cost hay cierta animosidad sobre lo que pudo haber ocurrido. Más allá del mercado del que se hable, la aviación es uno de los medios de transporte más seguros del mundo”.
En esa misma línea, fuentes cercanas a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aseguraron a Clarín que los problemas de febrero que tuvo Flybondi “se encuentran dentro de los parámetros de lo factible de la Argentina y el mundo” y aclararon que “el promedio de reportes de incidentes es muy parejo entre las líneas aéreas nacionales que operan en la República Argentina”.
Los vuelos de febrero
“Che, ya es la cuarta vez que le pasa lo mismo a este avión en 10 días, ya es medio preocupante”, comentaba esta semana un usuario de Twitter en referencia a un Boeing 737-8U3 de Flybondi que iba a Puerto Iguazú este lunes desde Buenos Aires y regresó al aeropuerto de Ezeiza por motivos que se desconocen.
El vuelo 5104 de Flybondi despegó este lunes 27 de febrero a las 15.07 desde el Aeroparque Jorge Newbery destino a Puerto Iguazú, donde el horario de arribo estaba estimado para las 16.50. Sin embargo, la aeronave pegó la vuelta a la altura aproximada de Entre Ríos y aterrizó en Ezeiza tras mantenerse en el aire por unos 40 minutos.
Un vuelo de Flybondi del 27 de febrero de 2023 que se dirigía a Iguazú volvió a Ezeiza para sorpresa de los pasajeros.
Se trató de un Boeing 737-8U3 de Flybondi, matrícula LV-KEG, informó el usuario de Twitter Sebastián Polito, de la cuenta Vuelos y Spotters (@spottersarg), que aclara que desconoce los motivos del cambio de recorrido.
Dos días antes, el sábado 25 de febrero, el vuelo 5950 de Flybondi, que había despegado a la 1.57 de Ezeiza rumbo a Florianópolis, retornó al aeropuerto de Ezeiza, tras unos 45 minutos en el aire, según consta en el sitio FlightRadar24.
También ocurrió con un Boeing 738-8U3, matrícula LV-KEG, según FlightRadar24.
Ocho días antes, el 17 de febrero, el vuelo FO5900 de Flybondi, que había partido a las 6.20 de Ezeiza a Río de Janeiro dio 16 vueltas sobre la ciudad de La Plata, según registró el sitio especializado Flightaware, antes de volver a aterrizar al aeropuerto Ministro Pistarini más de dos horas después, a las 8.47.
“¿Se sabe algo?”, preguntaban vecinos de La Plata al ver al avión volando en círculos durante tanto tiempo, cuenta el diario El Día, que adjudica el tiempo de vuelo a una maniobra previa a un aterrizaje de emergencia.
Es que, un avión nunca debe sobrepasar el peso máximo permitido para el aterrizaje, que es menor al que soporta en el despegue.
Una opción para liberar carga es deshacerse del combustible a través de su suelta en el aire, cuando no haya otras aeronaves en el aire, o quemándolo en el trascurso del vuelo, como habría ocurrido en este sobrevuelo en círculos.
El 16 de febrero, el vuelo F05121 de Flybondi salió de Posadas con demora y descendía para aterrizar en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, cuando para sorpresa de quienes pasaban por la Costanera volvió a elevarse.
El avión era también un Boeing 737-8U3. Bajó a las 16.46 hasta los 425 pies (130 metros), según registró la página FlightRadar, y luego subió hasta los 3.350 pies (1.020 metros) para sobrevolar el Río de la Plata. A las 17.03, ingresó por el norte del Gran Buenos Aires para un segundo intento de aterrizaje, pero otra vez el piloto abortó la maniobra.
En vez de sobrevolar el río, esta vez la aeronave fue hacia el sur, hasta la zona de Bosques y allí retomó al noroeste para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza, adonde llegó las 17.28, una hora y media después de lo previsto.
Desde Flybondi aseguraron que se trató de un “procedimiento de aproximación en meteorología adversa” por la entrada de aire frío que entró en Buenos Aires con vientos de unos 30 kilómetros por hora.
Ese día, también un Boeing 737-8SH de Aerolíneas Argentinas tuvo un “aterrizaje frustrado”. El vuelo AR1818, desde El Calafate, descendió hasta los 850 pies (260 metros) a las 17.46, se arrepintió y sobrevoló el Río de la Plata hasta volver a intentarlo, en un segundo intento que ya sí fue exitoso.
Por Rocío Magnani-Clarín