Julio Iglesias salió en defensa de su exmujer Isabel Preysler con quien se casó hace 45 años
Tras la ruptura de la modelo con el escritor peruano, el cantante y ex marido de Preysler la defendió públicamente: “Un señor que ha convivido durante ocho años con una señora tiene que saber actuar”
Asus casi 80 años, Julio Iglesias rompió el silencio para brindarle un inesperado apoyo a quien fue su esposa durante siete años, Isabel Preysler. Con ella el cantante estuvo casado entre 1971 y 1978. “Isabel es excepcional, una campeona de verdad. Como madre es ejemplar, cariñosa y generosa y como mujer, un 10 y una maestra de la vida, y eso lo sabemos las personas con valores que hemos compartido la vida con ella”, sentenció el cantante español a la revista ¡Hola! sobre la madre de sus tres hijos mayores. Por supuesto, sus declaraciones no pasaron inadvertidas.
El pasado diciembre, Preysler y el escritor Mario Vargas Llosa pusieron punto final a su relación, y esa ruptura desató una serie de especulaciones y polémicas. Iglesias, quien fue el marido de la llamada “reina de corazones” hace 45 años, se convirtió en un férreo defensor de su exmujer: “Fuera como fuese la ruptura, un caballero, un señor sabe cómo terminar las cosas. Se sale públicamente y se le desea a la otra persona toda la felicidad. Y si alguien quiere entrometerse, se dice que es un tema de dos en el que no hay que meterse y sí respetar. El comportamiento del señor Vargas Llosa ha dejado mucho que desear. Un señor que convivió durante ocho años con una señora tiene que saber actuar y controlar cómo actúan las personas de su alrededor”, disparó sobre el ganador del premio Nobel de Literatura, aunque tampoco se detallan cuáles fueron esos supuestos ataques a los que se vio sometida Preysler.
El artista -que se separó de su primera esposa en 1978; de hecho, ella confesó en más de una ocasión haberse divorciado por las numerosas infidelidades de parte de él- reconoce en la entrevista que no es propio de él meterse “donde no lo llaman”, pero que quiere hacerlo “por Isabel, porque se lo merece” y porque considera que “es profundamente injusto” cómo se están comportando con ella. “Fallecieron dos de sus exmaridos, que estoy absolutamente seguro de que también la hubieran defendido en este momento, y yo le tengo mucho cariño, así que hay algunas cosas que quiero decir”, comentó a la revista, refiriéndose a Carlos Falcó, que murió en marzo de 2020 a causa del coronavirus y el exministro socialista Miguel Boyer, que perdió la vida en septiembre de 2014. Laura Boyer, hija de Miguel, que falleció el pasado 24 de febrero a los 57 años, en su momento había dado declaraciones a la revista Semana en la que, al contrario de Iglesias, apuntaba sobre algunas actitudes de Preysler: “Para mí Isabel es una persona híperposesiva, que alejó a mi padre”, declaró dos semanas antes de su muerte.
Pero Julio Iglesias no coincide con esa versión, a la que se refiere como “injusta” porque deja a Isabel indefensa. “No puedes defenderte ni responder a alguien que ya no está. Ahora todo se convierte en una mera especulación. Nadie sabe la relación que tenían mi exmujer y el padre de Ana [Boyer]… No se debería entrar en estas cosas porque es injusto sacar conclusiones y más de esta forma, con la otra persona fallecida”, considera el autor de clásicos como “Soy un truhán, soy un señor” o “Me va, me va”.
Julio vive ahora en Bahamas con Miranda Rijnsburger, la que es su mujer desde hace 12 años y con quien tiene cinco hijos en común. “Estoy mucho mejor que todo lo que dicen de mí. Estoy perfectamente bien”, confiesa. Por lo demás, prefiere no hablar de su vida personal. Ni de nada más, en general. Lo único por lo que está dispuesto a abrir la boca es por defender a Isabel. “Es totalmente injusto lo que le está pasando desde hace unos meses. Son represalias contra el éxito que ha tenido en su vida. Siempre tendrá mi apoyo y mi cariño y hoy no iba a ser menos, solo que lo hago públicamente”, ha esclarecido.
Además de las declaraciones de Iglesias, Purificación Pujol, la abogada de los Boyer, también salió en defensa de su clienta y aseguró que todo el dinero del político se invirtió en los cuidados que recibió tras su ictus y hasta que falleció, y que luego fue Preysler quien sufragó “todos los gastos”. Además, habla de la herencia del exministro, siempre para dejar a Preysler en buen lugar, asegurando que ella no se benefició en la distribución de bienes de Boyer. “El reparto se hizo con una regularidad, te diría, incluso excesiva. Isabel quería que todo quedara clarísimo […] Es exquisita, generosa”.