El renunciamiento del expresidente a competir por un segundo tiempo impactó en propios y ajenos. El factor Milei y la duda del Círculo Rojo: ¿Bullrich o Larreta?
Mauricio Macri jugó primero. Iniciativa y sorpresa con propósitos múltiples. Impacto en el frente interno y en el Frente de Todos. El comienzo de la transición desde la centralidad a la periferia para este capítulo de la política nacional. No habrá segundo tiempo. Tampoco regreso al vestuario.
Luego de un verano cargado de protagonismo, parece haber cerrado una primera paritaria en Juntos por el Cambio. Como sucede en las negociaciones duras, el día del tuvo fotos, felicitaciones y elogios. Más tarde, irán apareciendo las precisiones, los “números” que involucraron los acuerdos, las cláusulas “gatillo” y las cifras originalmente ocultas. ¿Se habrá resuelto la cuestión Capital?
Citando a Margaret Thatcher, (lideresa admirada por el ingeniero) no existen almuerzos gratis. Todo tiene un precio. Habrá cientos de especulaciones, pero lo que cuenta ahora es que la oposición despeja una incógnita y demuestra que el camino es la unidad, aquella que emprendió en 2015. Al final de cuentas fue la estrategia que le permitió ganar tres de las últimas cuatro elecciones. Sería una torpeza renunciar a los beneficios de esa construcción, en especial, cuando el presente se muestra tan esquivo para el oficialismo.
Tras una semana cargada de internas, llega el domingo y es el “Gato” el que pone el cascabel. Ahora y en medio de la tormenta, la vice “proscripta” y el ministro de Economía, Sergio Massa, deberán revisar cómo hacen para lidiar con un Presidente que se exhibe relajado y en guayabera por el caribe, tomando color para lucirse bronceado y sonriente para su próxima reunión con Joe Biden. La interna del Frente de Todos podría calificar para guión del primer capítulo de la segunda temporada del éxito de Guillermo Francella “El encargado”.
En este “Momento Eliseo” (Pablo Touzón dixit) de Alberto Fernández se acerca la hora de las definiciones sin que “la mesa política” de señales de vida. Mauricio versión 2023 se parece a CFK de mayo 2019. Aquella eligió Facebook un sábado temprano y éste un domingo de YouTube. ¿Tendrá la vice algún conejo guardado o los tiene todos reclutados Massa para llevar la economía a destino?.
Cabe interrogarse también por el impacto del “renunciamiento” en las filas libertarias. ¿Cómo evaluará Javier Milei el paso al costado del político de la casta más afín a sus afectos e ideas? ¿Será una oportunidad para avanzar sobre los halcones amarillos a fuerza de pureza ideológica de derecha liberal o el volumen de una interna amarilla robusta pondrá límites a sus proyecciones en las encuestas de opinión?.
Mientras tanto, en Ciudad Gótica el “circulo rojo” deberá empezar a jugar sus fichas. Es verdad que no son de apostar todo a una opción, pero deberán dirimir en cómo organizarán sus martingalas. La primera bola de la temporada fue lanzada y el tiempo para desplazarse por el paño verde comenzó a correr. Quizás respiren algo aliviados luego de la decisión del esposo de Juliana Awada. Siempre lo respetaron públicamente por predicar cabalmente el aspiracional meritocrático y le reprocharon en privado que su administración les redujo sensiblemente las utilidades y el valor de sus activos, además de “encuadernarlos” en cuestiones judiciales.
Ahora, deberán decidir que biografía se presenta más conveniente para encabezar desde el PRO lo que viene. Patricia Bullrich tararea la “más maravillosa música” para seducir a la planta permanente de coloquios y foros: ajuste y mano dura. Rodríguez Larreta les propone discretamente, nacionalizar la experiencia CABA como modelo de articulación público-privada y consensos amplios dentro del sistema político. ¿Qué resultará más atractivo para ellos y el electorado real y potencial de Juntos?
Por Gustavo Marangoni – Letra P