La justificación del gobierno ruso fue que el detenido es sospechoso recopilar información para la Casa Blanca “sobre una empresa del complejo militar-industrial ruso”.
Arrestaron a un periodista estadounidense de The Wall Street Journal en Rusia a quien acusaron de estar en ese país para realizar espionaje. La información la confirmó el Servicio Federal de Seguridad (FBS), heredero de la agencia de inteligencia KGB. El medio norteamericano difundió un comunicado en el que señaló estar “profundamente preocupado” por la seguridad de su empleado.
“El FSB frustró las actividades ilegales del ciudadano estadounidense Evan Gershkovich (…) corresponsal de la oficina de Moscú de The Wall Street Journal”, detalló la organización rusa. El gobierno ruso aseguró que el cronista trabajaba con una acreditación de prensa expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
La acusación oficial del gobierno de Putin sostiene que Gershkovich es “sospechoso de espiar para el gobierno estadounidense” y que juntaba información “sobre una empresa del complejo militar-industrial ruso”. Este es el primer caso de un cronista de un medio estadounidense arrestado por cargos de espionaje en ese país desde la Guerra Fría.
Por su parte, la diplomacia rusa destacó que el periodista fue “atrapado con las manos en la masa”. “Lo que hacía el colaborador de la publicación estadounidense The Wall Street Journal en Ekaterimburgo no tenía ninguna relación con el periodismo”, subrayó la portavoz de la diplomacia de Rusia María Zajárova.
El empleado de The Wall Street Journal fue detenido en Ekaterimburgo, 1800 kilómetros al este de Moscú en los Urales, cuando supuestamente intentaba obtener información clasificada.
Cuál es la pena que podrían darle al periodista
Si Gershkovich es condenado por espionaje podría estar obligado a cumplir una pena de hasta 20 años de prisión según el artículo 276 del código penal ruso.
El periodista había publicado esta semana en el diario para el que trabaja, una nota sobre la desaceleración de la economía rusa bajo las sanciones occidentales impuestas después de que las tropas rusas entraran en Ucrania el año pasado.
Antes de llegar al medio estadounidenses, el periodista había sido corresponsal de la agencia francesa AFP en Moscú y, previamente, del diario de lengua inglesa Moscow Times. De origen ruso, el periodista, de 31 años, habla el idioma perfectamente y sus padres viven en Estados Unidos.