La modelo dejará Italia, donde juega su marido, para sumarse al regreso de Desayuno americano, con la conducción de Pamela David
El año pasado, cuando su marido, el futbolista Mauro Zárate, fue fichado por el club italiano Cosenza, Natalie Weber armó rápido las valijas y voló con sus dos hijos a Europa. En febrero, él se rompió los ligamentos durante un partido y tuvo que dejar de jugar. Entonces, para la familia comenzó un período de mucha unión que incluyó viajes por placer y recorridos por distintas ciudades como Roma y París, donde disfrutaron de Euro Disney.
Ahora, la familia vuelve a separarse ya que Natalie regresa a la televisión argentina y debe volver a Buenos Aires. A partir del lunes será parte de Desayuno americano, conducido nuevamente por Pamela David.
Desde Italia, la modelo y cuenta cómo se dio la posibilidad de volver a trabajar en la tele. “En diciembre me encontré con Pamela en un desfile, donde participaron nuestras hijas. No somos amigas, pero sí tenemos buena onda y ahí ella me propuso sumarme a su programa”, recuerda Weber. El debut iba a ser a mediados de febrero, pero hubo una postergación y la modelo y panelista decidió regresar a Europa. “Pero después el proyecto se reflotó y me llamaron, así que ahora sí me vuelvo”, agrega.
Sus hijos, que están cursando la escuela primaria, son los más beneficiados, ya que volverán a las clases presenciales junto a sus compañeritos. “Acá están haciendo un sacrificio enorme -explicó Natalie-. Están tomando clases de manera virtual y por suerte las autoridades de la escuela me dan una re mano. Les expliqué la situación y permitieron que ellos hagan todas las tareas del día y las manden por Internet. Pero como hay una diferencia de cinco horas, tienen que esperar a que salgan los chicos del colegio para poder ver qué hicieron. Entonces, arrancan a hacer las tareas a las 10 de la noche y se duermen a la una de la madrugada”.
Su marido, si bien ya siente nostalgia por la separación, está contento. “Obviamente siempre queremos estar juntos, pero a él le gusta que yo vuelva a trabajar, ya conoce a la productora y nos sentimos en familia. Nos agarra un poco de nostalgia, pero bueno”. Antes de firmar el contrato, Natalie se aseguró de que le permitan hacer dos viajes para que la familia se reencuentre y las distancias no sean tan largas. “Todavía no sé cuándo voy a viajar, porque mi hija es federada en gimnasia artística y dependo de las fechas de sus torneos, pero me quise asegurar eso porque si no, nos extrañamos mucho con Mauro”.
Natalie iba a viajar a Buenos Aires el lunes 10 de abril, pero ese día comienza el programa, por lo que debió adelantar la fecha para llegar a tiempo. Finalmente viajará el 7 y arribará para el ensayo general que se hará el domingo 9, con el equipo completo. Además de Natalie, estarán en el staff Carlos Monti, Julieta Navarro, Luisa Albinoni, Paulo Vilouta, Gustavo Grabia y Locho. “Yo voy a estar en el panel y recién el día del ensayo voy a saber bien cuál es mi rol. Ellos ya ensayaron, pero yo no pude estar. El panelismo es un rubro en el tuve un poco de experiencia cuando hice el programa de Moria, Incorrectas, y después un tiempo estuve en el de Pampita. La realidad es que tengo que seguir aprendiendo, tengo que aggiornarme y estar a la altura del programa. Para mí Desayuno americano fue re importante en una época de mi vida, no sólo porque lo re miraba, si no porque fue ahí donde fui por primera vez a hablar cuando tuve cáncer de mama. Pame siempre fue muy cálida conmigo y eso me genera un poco de emoción.”
Por estos días, Natalie hizo unas declaraciones sobre que no se imaginaba su futuro en la Argentina. “Me preguntaron si ya me quedaba a vivir en Europa, yo dije que no que íbamos a estar yendo y viniendo por el tema del colegio de los chicos, pero que teníamos decidido no vivir en la Argentina el día de mañana por la inseguridad y la violencia. Vi que en algunos lugares titularon que no quería volver y no, no es así. La realidad es que por ahora vamos a estar yendo y viniendo y más adelante veremos. No tenemos un lugar definido pero sé que cuando Mauro se retire del fútbol, vamos a elegir otro lugar que no sea la Argentina para instalarnos. Siempre voy a querer volver de visita porque tengo a toda mi gente, mi familia y mis amigos. Nos gusta la Argentina, por eso es una decisión difícil. Mudarse de país no es mudarse de barrio. No es fácil. Y es una lástima porque me encantaría quedarme en mi país. Ahí están nuestros afectos y nuestras costumbres pero lo veo todo tan mal que me da miedo por mis hijos.”
Por Fernanda Iglesias-La Nación
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