El periodista político habló el vínculo cercano entre el jefe de Gobierno porteño y el ministro de Economía. Las posibilidades de que el exintendente de Tigre compita en las PASO con Daniel Scioli.
Diego Genoud, periodista y escritor, sostuvo que es muy posible un acuerdo entre Massa y Larreta después de las elecciones, y que se imagina al ministro de Economía como candidato, debido al respaldo que tiene por parte de Cristina Kirchner. Además, dijo que Massa “es capaz de jugar a la política de un modo brutal”, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Es verosímil la denuncia de Juan Grabois sobre un acuerdo político entre Massa y Larreta?
Es verosímil, dado los antecedentes. Hay una amistad muy profunda entre ellos que ninguno oculta. A ninguno le conviene ponerla en primer plano, en este momento, sobre todo a Larreta, que está bajo sospecha en Juntos por el Cambio, donde desde Patricia Bullrich hasta otros sectores lo denuncian como un socio/amigo de Massa.
Dada esa amistad y la trayectoria que comparten hace mucho, podría haber un acuerdo sin dudas. Además, durante el macrismo Massa fue el jefe del peronismo que había soñado Macri, pero se rompió pronto la relación personal y política, y Massa siguió asociado a Cambiemos a través de Larreta. Entonces, no hablamos solo de una relación que nos remonta hace dos décadas, sino hasta que se constituyó el Frente de Todos, donde Massa fue parte del dispositivo que armó el macrismo para dejar al kirchnerismo aislado en político.
Sin dudas puede existir un acuerdo. En este momento están en veredas enfrentadas y me parece difícil que puedan generarlo ahora, pero después de las elecciones todo puede ser posible, y es clarísima la amistad entre Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa. Larreta me dijo “de mí no esperes nada, yo soy amigo de Sergio”. Ese es el nivel de amistad entre ellos.
¿Te imaginás a Sergio Massa candidato?
Sí, me lo imagino candidato, pero en un escenario que no es el que él imaginaba hace tres meses, porque parecía que la inflación empezaba a bajar. Obviamente, todos notamos cómo se desmadró nuevamente en meses que se esperaba que fueran tranquilos, como febrero, y ahora la de mayo.
Y también el problema de la recesión de dólares que afecta muchísimo y que pone al Frente de Todos en un estado de fragilidad muy profundo. Son temas que no solucionó pero los había barrido bajo la alfombra y no estaban tan presentes. Hoy, otra vez, la brecha está en un 80%. Massa prometió en uno de sus primeros viajes a Washington que la tendría en el 30% para abril, por eso digo que no es un escenario como el que él esperaba.
Pero me lo imagino candidato porque hoy Massa está muy vinculado y asociado a Cristina Kirchner, que es la garante de este rumbo económico que no le hubiera permitido a otro ministro, como a Martín Guzmán. Cristina coincide con el rumbo que lleva Massa, que combina ajuste con ingresos pero también concesiones para sectores de alta rentabilidad. Entonces, que Cristina haya garantizado toda esta gestión de Massa, implica que Massa le debe un poco a la vicepresidenta, y creo que no puede decidir solo que hará en las elecciones. Hoy, sigue siendo el preferido de Cristina.
Quizá para tener ordenado un esquema asociado donde el sector cercano a la vicepresidenta pueda presentar un candidato mínimamente competitivo y al mismo tiempo tener a Axel Kicillof en Provincia.
¿Massa competirá en las PASO con otro candidato?
Pienso que preferiría ser un candidato de consenso, pero no hay que olvidar que tenemos un Presidente que todavía tiene la lapicera y que está sin diálogo con la vicepresidenta, que por un lado tiene un proyecto propio que es reivindicar su propia gestión, y que gran parte del Frente repudia, y por el otro, que quiere seguir en la mesa de discusión. El famoso off que trascendió, “voy a terminar con 20 años de kirchnerismo”, que ya lo está haciendo a su manera desde la gestión. Va a ser difícil que Massa sea el candidato de unidad.
¿Te lo imaginás compitiendo con Daniel Scioli?
Sí, me lo imagino compitiendo, porque es un escenario sensible el del Frente de Todos, también el de Juntos, pero en la cúpula del Frente no hay acuerdo y, mientras eso no exista, podemos esperar cualquier tipo de disputa.
Los votantes del Frente de Todos pueden esperar algún tipo de acuerdo en torno a reglas, que hay que ver si se logra, pero sí me lo imagino compitiendo contra Scioli, sobre todo porque Massa es hoy el delegado de Cristina, salvo que sigan empeorando los indicadores y en el próximo mes se complique más el frente económico.
Pero, dentro del desierto de candidatos, con votos propios, Massa sigue siendo una alternativa para Cristina.
¿Creés posible que la paliza a Berni fue a propósito, como una especie de “vendetta”, porque tuvo que ver cuando entró un miembro de los Servicios a la casa de Massa en 2013, y que a propósito el ministro de Transporte llamó a Berni a una emboscada?
Es un tema sensible, no te puedo dar una respuesta concluyente. Te puedo dar dos elementos, si bien Massa y Berni estuvieron muy enfrentados en ese momento, hace poco estuvieron juntos en un acto en Las Heras Ese enfrentamiento no está con la misma intensidad que en 2013, cuando Berni era aparte del kirchnerismo más duro y Massa era el jefe de la oposición antikirchnerista.
No puedo corroborar eso, pero sí puedo decir que Massa es capaz de jugar a la política de un modo brutal, e algunos lo comparan con Néstor Kirchner en ese sentido. Creo que hoy está muy sujetado por distintos motivos, por la situación sensible que le toca, porque está bajo la lupa de distintos sectores del Gobierno y la oposición, pero es capaz de jugar muy fuerte. Si no hay que ver como jugaba en Comodoro Py, durante los años que el kirchnerismo llama “los años del lawfare”.
Massa tenía y tiene terminales muy fuertes en Comodoro Py, Bonadío, Marijuan, Stornelli y muchos otros funcionarios judiciales a los que conoce de memoria. Cristina lo sabe y quizá por eso lo tiene tan cerca, por esa capacidad de daño que tiene Massa.
Claudio Mardones (CM): Podría decirse que Massa es quien tiene relaciones más añejas con el sistema bipartidista de Estados Unidos, ¿cómo definirías este momento de Massa con el partido demócrata y el lobby republicano de Estados Unidos? ¿Cuánto le puede servir y cuánto puso sobre el asador de su relación con Estados Unidos?
Del lado de Massa hablan de un diagrama de poder, donde está la escuela de diplomáticos cubanos y colombianos. Por decir dos nombres propios, Diego González, que hoy es la mano derecha de Joe Biden, ha estado comiendo con él, es un funcionario muy influyente que también ha estado con el Presidente en Buenos Aires. Nació en Bogotá y hoy tiene una relación muy importante con Massa.
Del lado de los cubano-americanos lo tenés a Bob Menéndez, que es un senador importante, y Massa jugó esa relación fuerte cuando logró destrabar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo.
Maurice Claver-Carone, uno de los funcionarios más odiados por Alberto Fernández y Gustavo Béliz, que se quedó con el BID con el apoyo de Trump y se lo arrebató a América Latina, demoró un préstamo para la Argentina durante casi dos años, pero llegó Massa y en cinco minutos lo liberó. El mismo funcionario que hizo un escándalo en Casa Rosada cuando asumió Alberto Fernández porque vio a un enviado de Nicolás Maduro.
La relación existe con distintos sectores, del Partido Republicano y Demócrata, pero hasta ahora no logró lo que quería pese a esa relación con Washington.
Hay un enigma de por qué no logra más, por lo menos hasta el momento, porque lo necesitaba él y el Gobierno. Evidentemente, hay un problema con el staff del Fondo y la relación de la administración demócrata no es tan intensa como quisiera Massa para que el Fondo le permita otras concesiones al Gobierno de Alberto, como las que tuvo con el Gobierno de Macri.
Algunos se preguntan para qué sobrecumplió Massa las metas con el Fondo, si hasta ahora no con irguió nada, quizá logre algo ahora que vuelva de Washington y pueda responder de buena manera a ese cuestionamiento que es parte del Frente de Todos.