La Primera Ministra francesa ha presentado este miércoles las prioridades del Gobierno a petición de Emmanuel Macron, dejando de lado el tema más divisivo en lo inmediato, pero proyectándose más allá de los “100 días” decretados por el jefe del Estado.
Fue en un edificio adjunto al Palacio de Elíseo donde Borne presentó su agenda para las próximas semanas y meses, tal y como le había pedido el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante su discurso ante los franceses, a consecuencia del estallido social producto de la reforma a las pensiones.
“Solo creo en los resultados. Debemos obtener resultados en todos los ámbitos, y quiero que sean concretos, tangibles y visibles para los franceses”, declaró Elisabeth Borne.
Acompañado de un dossier de prensa de 35 páginas, el plan del Gobierno incluye medidas y anuncios sobre el calendario, además del método de trabajo en numerosos ámbitos: un proyecto de ley sobre la “industria verde” presentado a mediados de mayo, textos sobre el “pleno empleo” y sobre el “reparto del valor” en el mismo plazo, un proyecto de ley sobre justicia que será examinado antes del verano, una ley de orientación agrícola para otoño, etc.
El anuncio más esperado es en realidad un aplazamiento: el proyecto de ley sobre inmigración, presentado como la futura gran prueba de fuego tras la reforma de las pensiones, ha sido aplazado hasta el otoño de este año.
“No hay mayoría”
“No hay mayoría para votar un texto así, como pude comprobar ayer cuando hablé con los dirigentes de los republicanos. Todavía tienen que encontrar una línea común entre el Senado y la Asamblea”, justificó la Primera Ministra, remembrando el drama de la reforma pensional, en la que faltaba el apoyo de una parte de los diputados del Partido Republicano.
Además, Elisabeth Borne añadió que “no es el momento de lanzar un debate sobre un tema que podría dividir al país”, a propósito de este texto llevado por los ministros de Interior, Gérald Darmanin, y de Trabajo, Olivier Dussopt.
Se trata de un nuevo cambio de rumbo, ya que Emmanuel Macron había mencionado “un texto único” la semana pasada, después de haber anunciado él mismo una división del proyecto unas semanas antes.
Incluso con este retraso adicional sobre el componente de inmigración, la aplicación de esta hoja de ruta será una prueba para un Ejecutivo que aún carece de mayoría absoluta en la Asamblea.
Para avanzar, Elisabeth Borne ha lanzado “una mano tendida a todos los de buena voluntad”. Y, políticamente, “sin mirar necesariamente hacia el mismo lado”, es decir, sólo hacia la derecha, dijo la jefa del Gobierno, “confiada” en el “método” conocido como “texto a texto”, que ha “demostrado su eficacia”.
Ni coalición ni 49.3
Un mensaje que rechaza, como es lógico, la perspectiva inmediata de una coalición con la derecha.
El ejecutivo también intenta retomar el rumbo mientras persiste la protesta contra la reforma de las pensiones, en el marco de una nueva demostración de fuerza en la calle por parte de la intersindical, programada para el 1 de mayo.
Desde la promulgación de la ley, Emmanuel Macron ha emprendido una serie de viajes -Alsacia, Hérault, Loir-et-Cher- para elogiar su acción y exponer sus nuevas prioridades.
Estos viajes han ido acompañados de manifestaciones de opositores y del ruido de cacerolas, como ha ocurrido en la mayoría de los desplazamientos ministeriales al terreno, como la visita abucheada del ministro de Educación, Pap Ndiaye, a Lyon el lunes.
No es la primera vez que el Gobierno hace un anuncio de este tipo, antes de un viaje previsto para el viernes.