Economista, exempleado del FMI y director de un banco, sorteó la división del partido gobernante y logró ganar la presidencia del país para el periodo 2023-208 al imponerse con una inesperada diferencia en las elecciones de hoy.
El candidato ganador de las elecciones presidenciales de Paraguay, Santiago Peña, del gobernante Partido Colorado, sucederá a Mario Abdo Benítez en el gobierno de un país elogiado por su estabilidad económica pero azotado por la corrupción y el crimen organizado.
El economista Peña, de 44 años, es considerado como un tecnócrata de poca experiencia política. Estudió en la Universidad de Columbia en Nueva York y fue ministro de Economía durante el gobierno de Cartes. Su única experiencia electoral fue en 2017, cuando perdió las primarias del Partido Colorado frente a Mario Abdo.
Defiende las relaciones de Paraguay con Taiwán y fue criticado por su visión de que el dictador Alfredo Stroessner aportó “estabilidad” a Paraguay, pese a que grupos de derechos humanos atribuyen al régimen entre 1.000 y 3.000 muertos y desaparecidos.
En la campaña prometió “más plata en los bolsillos” de los paraguayos mediante la creación de 500.00 empleos y la formalización de la economía, pero no explicó cómo.
Para atacarle, sus adversarios lo llaman “el secretario de Cartes” “Me siento con mucha tranquilidad, con mucha paz de saber que he dado todo lo humanamente posible”, dijo.
Sabe, además, que cuenta con una aceitada maquinaria. “El Partido Colorado es por lejos la nucleación política más grande del Paraguay: 55% de todos los electores nacionales están afiliados al partido, registrados en el Partido Colorado“, señaló.
Quién es Santiago Peña, el próximo presidente de Paraguay
A sus 44 años, ésta fue la primera vez que Peña participó en una elección nacional. Su única experiencia anterior había sido cuando en 2017 perdió la postulación presidencial en las primarias coloradas frente al actual mandatario Mario Abdo.
Alto y de porte atlético, Peña es considerado como un tecnócrata con una brillante carrera académica, pero poca experiencia política. Su ingreso a la política llegó de la mano del exmandatario Horacio Cartes, quien lo afilió al Partido Colorado y lo tuvo como ministro de Economía.
En la sala de su elegante casa de Asunción se exhiben sus fotos abrazado con su esposa Leticia Ocampos, con quien se casó cuando eran adolescentes luego de que ella quedó embarazada. Además de ese hijo, hoy de 26 años, la pareja tiene una chica de 17.
“Fui padre a los 17 años. Fue un momento duro en la vida. No fue planificado, pero me llevó a construir sobre principios muy sólidos del compromiso, de la responsabilidad, de la honestidad, de la integridad, del saber que hay gente que depende de uno. Y sin darme cuenta, con 17 años empecé a desarrollar una vocación de servicio”, aseguró.
Peña recuerda que las familias de ambos los ayudaron y que su padre le impulsó a seguir estudiando. Reconoce también el apoyo de su madre y de sus dos hermanos mayores. Hoy rechaza la legalización del aborto porque le parece “lo más fácil, un atajo”. Y se declara decidido a defender la familia “en su composición tradicional: mamá, papá e hijos”.
Peña pudo ir a la Universidad de Columbia en Nueva York y trabajó durante un tiempo para el Fondo Monetario Internacional. También formó parte del directorio del Banco Central de Paraguay. Dice que durante la campaña electoral recibió “un gran soporte familiar”. “Tengo un núcleo familiar maravilloso que me ha acompañado, que ha sido una contención en todo este período”, comentó en una entrevista.
Taiwán, Jerusalén, empleo, dictadura
Peña dijo que preservará las relaciones diplomáticas con Taiwán, pese a los cuestionamientos de sectores productivos, especialmente de la agroindustria y la ganadería, que piden abrir las exportaciones a China. También aseguró que le une “un lazo de hermandad enorme con Israel” y se propone mudar nuevamente la embajada de Paraguay a Jerusalén, una medida que en consonancia con Donald Trump había tomado Cartes al final de su gobierno y que el actual presidente Mario Abdo revirtió.
Aunque durante la campaña no presentó un programa de gobierno, una de sus principales promesas fue la creación de 500.000 empleos. Y en un país que sufrió una de las dictaduras más largas de América Latina, la de Alfredo Stroessner (1954-89), ffue criticado por declarar que éste aportó “estabilidad” al país. “Creo que Stroessner rompe con el ciclo de inestabilidad política”, dijo. “Lastimosamente se cercenaron, se coartaron muchas libertades y derechos humanos con el pretexto de la estabilidad”, completó.
Con Santiago Peña continúa el dominio del Partido Colorado
El Partido Colorado domina la vida política de Paraguay casi ininterrumpidamente desde 1947. Bajo su égida gobernó durante 35 años el dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), cuyo régimen causó entre 1.000 y 3.000 muertos o desaparecidos.
La única vez que Paraguay tuvo un presidente que no provenía del Partido Colorado fue con el izquierdista Fernando Lugo, quien llegó al poder en 2008. Exobispo católico, Lugo fue destituido en 2012 tras un juicio político denunciado como un golpe de Estado por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela.
En 2013, el empresario tabacalero Horacio Cartes, uno de los hombres más ricos de Paraguay, le devolvió al poder al Partido Colorado. Presidente hasta 2018, fue sancionado por Estados Unidos como “significativamente corrupto” en 2022 junto con el actual vicepresidente, Hugo Velázquez.