El periodista regresó al programa que conduce en C5N pero en calidad de entrevistado, luego del episodio cardíaco que sufrió en Colombia
“Ayer ella, hoy él”, decía el graph de C5N a las 16.30 horas, en coincidencia con el aire de Argenzuela. La primera referencia era acerca de la entrevista que el pasado jueves Cristina Fernández de Kirchner dio en el canal de noticias. Y la segunda, a Jorge Rial, dueño de esa franja horaria, aunque por estos días en plena recuperación tras haber sufrido un infarto el 29 de abril pasado en Colombia.
“Estuve del otro lado y acá estoy de vuelta. Tenía ganas de pasar a saludar, a verlos. Sé que se preocuparon mucho por mí, que estuvieron muy pendientes de lo que me había pasado”, les dijo a sus compañeros. “Disculpen la voz, hay que reeducarla porque tuve un caño puesto durante 14 horas. Tenía ganas de venir para que me vean, no vine ayer para no ensuciar la visita de Cristina, porque sabía que se iba a hablar más de mí que de ella”, bromeó.
“Estoy muy feliz de estar acá, en el mundo. Soy muy cabeza dura, a los 15 minutos del dolor me fui a bañar. porque yo tengo una vieja frase de mi viejo, que es: ‘No hay nada que una buena ducha caliente no te cure’. Entonces dije: ‘Me voy a bañar’. Pero con el baño, el dolor no pasó, entonces dije: ‘Esto es más de lo que creía’”, recordó sobre cómo fue el inicio del episodio.
“Le pedí a María que me dijera cuál es la mejor clínica de Bogotá. Me dijo, me pedí un auto y fui ahí. Muchos dijeron que el sistema de salud de Colombia es precario, pero quiero decir que todo lo contrario. Me salvaron la vida, me recibieron como reciben a cualquier paciente, como a cualquier ciudadano colombiano”, caracterizó Rial y mencionó a la pasada su vínculo con la escritora María del Mar Ramón.
“Lo último que recuerdo es que me estaban poniendo los ‘chupetitos’ para hacer un electrocardiograma. Y ahí me desmayé. En mi historia clínica, que me mostraron al final, figura que tuve muerte súbita”, resumió. Y también describió qué fue lo que sintió durante el ataque cardíaco: “Fue un momento agradable. Sentí calorcito de verdad, era un lugar lindo, un lugar al que yo quería. Y alguien, o algo, vaya a saber qué, me arrancó, me hizo volver. Pero yo estaba bárbaro ahí”.
“Estuve 14 horas, sedado, les costó mucho sedarme, porque soy grandote e indudablemente tenía ganas de pelear. Estaba muy sedado pero consciente. Escuchaba al médico que preguntaba: ‘¿Sale o no sale?’. Que me sacaban cosas, que me ponían cosas, trataba de sacarme el caño de la boca… Yo intentaba decirles que estaba vivo. Tenía una mano de la enfermera al lado de mi mano. Yo le mandaba la orden a mi mano derecha para tocar la mano de la enfermera, pero no podía. Quería decir: ‘No estoy muerto, estoy vivo’”, prosiguió Rial con su relato.
“Ahí escuché la voz de mi nieto, el tono de mi nieto. Que me decía: ‘Dale tata, dale tata, dale tata’. Y él no estaba ahí, estaba acá, en Buenos Aires”, agregó. Jorge además contó que el episodio no lo volvió “más filosófico, sino más sencillo. Veía el partido de River y Boca por la tele y pensaba: ‘Mirá vos, casi no veo esto’. Y me preocupé en los que se quedaban, mis hijas, mi nieto…”.
María del Mar Ramón
Por último, Rial fue consultado por su vínculo con la escritora colombiana. Y definió: “María es mi pareja, nos conocemos hace un tiempo largo, muy largo… Y nada más. Ella tiene su vida y yo no quiero mezclar las cosas. Se apareció todo por esto, pero estuvo al lado mío todo el tiempo”, afirmó en relación a los angustiantes días en la clínica de Bogotá.
“Estuvo al lado mío cuando me pasó lo que me pasó, vio todo lo que me pasó. La sufrió. Por suerte tiene una familia bárbara que la bancó a ella y me bancó a mi también. Pero no quiero mezclar. Aprendí que mi vida privada no es tan importante, ya pasé por todo eso. Y ella es de otro palo, tiene otro perfil. Es una escritora excelente. Fue el momento más difícil de mi vida y ella estuvo ahí, todo el tiempo. Yo me desperté y vi la cara de ella, la cara de Morena y también la de Rocío. Lamentablemente se dio a conocer en medio de esta circunstancias, el torbellino te lleva hacia adelante…”, cerró.