Participarán dirigentes y organizaciones de todo el arco oficialista. El Presidente no fue convocado. Massa y el Movimiento Evita confirmaron asistencia. La CGT no irá. Expectativa por las posibles definiciones electorales de la vicepresidenta.
El pronóstico del tiempo, que avizora una tarde lluviosa, no inquieta a los organizadores del acto en Plaza de Mayo. “Va a ser una fiesta multitudinaria”, aseguran sobre la jornada que está convocada para las 14 horas y tendrá cientos de miles de asistentes y múltiples componentes. En lo formal, será un homenaje a Néstor Kirchner, a 20 años del inicio de su gobierno; en los papeles, una demostración de fuerza de la indiscutida centralidad que ostenta Cristina Kirchner y el inicio de la campaña electoral del oficialismo. Habrá una foto de la amplia convocatoria, que retratará la ausencia del presidente Alberto Fernández. El Gabinete irá casi en su totalida, incluido el ministro de Economía, Sergio Massa. La presencia de la CTA, gremios de la CGT y organizaciones sociales como el Evita y la UTEP garantizarán que desborden las calles del centro porteño. El grito “Cristina presidenta” será una constante de la militancia kirchnerista que aún sueña con torcer la historia y que la vicepresidenta intente regresar a la Casa Rosada. Toda la expectativa estará puesta en lo que diga o deje de decir la única oradora del evento –alrededor de las 16 horas– y las señales que brinde de cara a los comicios. ¿Levantará el brazo de algún candidato?
Lista de invitados
Cuando CFK suba al escenario, los dirigentes de primera línea de la coalición de gobierno estarán en la Plaza. Todos menos el Presidente, que viajará a Chapadmalal para pasar el fin de semana largo. A pesar de haber convocado al acto, el titular del Partido Justicialista no fue incluido en la lista de 300 invitados que confeccionó la vicepresidenta el martes en su despacho. Tampoco está claro si hubiese ido, pero el mensaje fue contundente: no es bienvenido. Las últimas declaraciones del mandatario, en donde habló de “imprudencias éticas graves” durante la gestión de la expresidenta, dinamitó cualquier intento de tregua. Bajo este escenario, y sin mejores planes en la agenda, Fernández decidió que luego de asistir al Tedeum del 25 de mayo se refugiará a 400 kilómetros de distancia del centro porteño.
En primera fila habrá funcionarios, gobernadores, intendentes, referentes de derechos humanos y dirigentes gremiales y de organizaciones sociales. Estará, por ejemplo, Sergio Massa. En medio de la pulseada por las candidaturas y las PASO, el ministro de Economía aceptó la invitación de Máximo Kirchner. También aprovechó para convocar al diputado a que sea parte de la comitiva argentina que viajará a China la semana que viene. Movimientos clave, en días de definiciones.
Del entorno albertista, el jefe de Ministros, Agustín Rossi, y el titular de la cartera de Seguridad, Aníbal Fernández, confirmaron su presencia. Quien no irá es el canciller Santiago Cafiero, mano derecha del Presidente y fuertemente resistido por el kirchnerismo. El resto del Gabinete, casi en su totalidad dirá presente.
El objetivo principal de la jornada será demostrar el amplio poder de convocatoria y retratar en una postal la potencia que aún conserva el campo nacional y popular, y la fortaleza del liderazgo de Cristina Kirchner. En las calles serán protagonistas gremios como Camioneros, SMATA o Canillitas, aunque la CGT no participará de manera orgánica. Tampoco estarán los triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña. Si había alguna posibilidad de que participen, las fuertes críticas de la vicepresidenta, al afirmar que en 2019 “no se sabía si la CGT estaba con Macri o con el peronismo”, eliminaron cualquier tipo de especulación.
En la vereda de enfrente, La Cámpora, la Corriente Federal, la CTA de Hugo Yasky y las organizaciones sociales afines al oficialismo estarán en las calles. La novedad de los últimos días fue la incorporación del Movimiento Evita y el encuentro privado que mantuvieron sus máximos referentes con Cristina Kirchner el martes por la noche. A pesar de sus diferencias históricas y cruces recientes, acercaron posiciones y Emilio Pérsico –un alfil albertista– prometió movilizar 80 mil personas.
A la espera del discurso pautado para las 16, las organizaciones políticas, sociales y sindicales convocaron a sus militantes al mediodía en la zona del microcentro mientras que La Cámpora llamó a reunirse en Plaza de Mayo a las 14.
La palabra de CFK
Más allá de las evocaciones y recuerdos a Néstor Kirchner, las expectativas por las palabras de Cristina Kirchner están puesta en las definiciones electorales que elija brindar. En la previa, los dirigentes que rodean a CFK descartan que esta tarde nombre a un elegido. Lo cierto es que solo ella lo sabe y nadie logra filtrarse en el hermetismo cristinista. Incluso, ayer evitó ir a su despacho en el Senado y se recluyó para darle forma al discurso en soledad.
“Su candidato es Wado de Pedro”, hozó por arriesgar esta semana Hugo Yasky. Sin embargo, nadie en el oficialismo se aventura a confirmarlo. El armado por estas horas está atravesado por la resistencia de Axel Kicillof a abandonar su proyecto de reelección en la provincia de Buenos Aires y en el volumen que comenzó a tomar la figura de De Pedro. El ministro del Interior levantó su perfil mediático y aceleró sus movimientos. Habrá que ver en los próximos días si el vuelo que tome en las encuestas será suficiente para lograr la venia de la vicepresidenta.
La posibilidad de mantener ordenadas las piezas y que el gobernador se quede suelo bonaerense tiene tantas chances como un eventual enroque que mande a “Wado” a la provincia y a Kicillof a la disputa nacional. Para el gobernador, “lo lógico” es continuar el proyecto en la Provincia, pero –como dijo Carlos Bianco, su jefe de Asesores– “si Cristina se lo pide, va a ser candidato a presidente”. El escenario está abierto. Y si bien el calendario avanza, todavía queda casi un mes para el cierre de listas. Así, De Pedro, Kicillof y Massa, esperan que CFK mueva.