El presidente del Gobierno español anunció este lunes 29 de mayo el adelanto de las elecciones generales para el próximo 23 de julio. Los comicios, que estaban previstos para final de este año, se anticipan luego de que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de centroizquierda, sufriera un revés en las votaciones municipales y autonómicas del domingo en las que la derecha cosechó un claro ascenso.
En una sorpresiva medida, luego de que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sufriera una dura derrota en las elecciones municipales y autonómicas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocó a elecciones generales anticipadas.
La cita será el próximo 23 de julio, luego de que estuvieran programadas para el final de este año.
El líder de la Moncloa explicó que tras comunicar el cambio al jefe de Estado, el rey Felipe VI, la convocatoria formal de los comicios será publicada el martes 30 de mayo, con la disolución del Parlamento.
“Como presidente del Gobierno y como secretario general del PSOE, asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someterlos a la voluntad popular”, señaló.
Antes de la debacle en los comicios locales del domingo, Sánchez había insistido en que cumpliría su mandato de cuatro años con el socio de coalición del Gobierno izquierdista, Unidas Podemos, y había indicado que se celebrarían elecciones en diciembre.
Pero los resultados de las votaciones municipales y autonómicas cambió rápidamente la situación para el líder del Gobierno.
“He tomado esta decisión dados los resultados de las elecciones celebradas ayer”, admitió Sánchez.
La debacle del PSOE, cosecha para el PP
El revés para la bancada oficialista quedó claro. Y es que las elecciones locales y regionales del domingo vieron a España dar un gran giro a la derecha, convirtiendo al movimiento líder de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), en la principal fuerza política del país.
El PSOE perdió poder territorial y vio al mapa teñirse de azul, a diferencia de los comicios de 2019, cuando se pintó de rojo luego de que lograra nueve gobiernos autonómicos y 15 capitales de provincia.
En esta oportunidad, el PP, dirigido por Alberto Núñez Feijóo, ganó en siete de las 12 regiones disputadas y dominó en varias previamente ganadas por el PSOE, incluidas Valencia, Aragón y La Rioja.
Como si fuera poco, aún queda por verse, incluso, hasta qué punto el PP tendrá que hacer alianzas con la extrema derecha, representada en el partido Vox, para formar gobiernos locales y regionales.
El PSOE, entretanto, mantiene la mayoría absoluta en los Castilla-La Mancha y tiene posibilidades de gobernar en Asturias, Navarra.
A nivel municipal, el Partido Popular obtuvo el 31,5% de los votos frente al 28,2% del Partido Socialista Obrero Español. Se trató de una disminución de 1,2 puntos porcentuales para el PSOE, con respecto a 2019, y un aumento de casi nueve puntos para el PP, que se benefició del colapso del partido centrista Ciudadanos.
La derecha se impuso así en ciudades como Madrid, Sevilla y Valencia.
“Que los españoles se pronuncien para definir el rumbo político del país”
Si bien la importancia a priori de estas elecciones recae en la vida cotidiana de los habitantes –ya que en España los gobiernos regionales tienen un enorme poder y autonomía para decidir en asuntos como presupuesto, educación, salud, vivienda y seguridad– la cita fue más allá al marcar las preferencias políticas de cara a las elecciones generales, algo que Sánchez ha remarcado en el nuevo anuncio.
Aunque el Gobierno de coalición sacó a España de la pandemia del Covid-19, convirtió la economía en una de las de más rápido crecimiento en la UE e introdujo varias leyes innovadoras, los resultados en las urnas tanto para los socialistas como para Unidas Podemos son vistos como una evaluación nefasta hacia la coalición gobernante de izquierda. El nuevo grupo de izquierda Sumar, encabezado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tampoco estuvo a la altura de las expectativas.
Fuentes de la Moncloa, citadas por ‘RTVE’, señalan que lo más “preocupante” es la “debacle institucional” que representaría la entrada de Vox en más ayuntamientos y gobiernos autonómicos.
En este sentido, aseguran que Sánchez adelanta las elecciones para aclarar las preferencias, prevenir un revés mayor y evitar “seis meses infernales” con un PP que “no entiende que solo ha ganado las elecciones municipales y autonómicas y que hay un Gobierno legítimo” al frente de España.
“Esto es inesperado (…) Sánchez está intentando cortocircuitar el ascenso del PP lo antes posible”, explicó Ignacio Jurado, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.
Por su parte, la politóloga Sandra León indicó a AP que el presidente del Gobierno también “evita el deterioro de su partido por dos vías: los costes de la división interna en el Gobierno hasta diciembre y la división con los representantes del PSOE en las regiones”.
Una situación que obliga a los partidos de izquierda, el PSOE, Unidas Podemos y Sumar, a reagruparse rápidamente, remarcó.
En su discurso, el jefe del Gobierno señaló que a estas alturas de la legislatura, el Gobierno ha sacado adelante las grandes reformas prometidas y se enlista a desempeñar una gran responsabilidad del contexto geopolítico que vive Europa: la Presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, el próximo 1 de julio.
“Todas estas razones aconsejan una clarificación sobre la voluntad de los españoles. Una clarificación sobre las políticas que debe aplicar el Gobierno de la Nación y una clarificación sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase. Solo hay un método infalible para solventar estas dudas. Ese método es la democracia (…) Lo mejor es que los españoles y españolas se pronuncien sin demora para definir el rumbo político del país”, concluyó.
Por Yurany Arciniegas-Fance24 con AP y medios locales