Tras 40 días de incertidumbre, el presidente de Colombia, Gustavo Petro informó este viernes 9 de junio que las Fuerzas Armadas y representantes de las comunidades indígenas del país encontraron a los cuatro niños que permanecían desaparecidos. El paradero de los menores era desconocido desde que la avioneta en la que viajaban se estrelló el pasado 1 de mayo en la Amazonía colombiana.
El caso que tenía en vilo a Colombia hace 40 días concluyó con la noticia que todo el país estaba esperando: las Fuerzas Armadas y representantes de las comunidades indígenas encontraron a los niños que habían desaparecido en la selva amazónica el 1 de mayo.
El paradero de los menores se desconocía desde que la avioneta en la que viajaban con su madre y otros dos adultos, que fueron encontrados muertos, se estrelló la Amazonía colombiana.
El presidente Gustavo Petro confirmó la noticia en su cuenta de Twitter. “¡Una alegría para todo el país! Aparecieron con vida los 4 niños que estaban perdidos hace 40 días en la selva colombiana”, escribió el presidente.
Los niños fueron encontrados por los militares e indígenas que los buscaban desde hace más de cinco semanas, como confirmó Gustavo Petro al regresar de su viaje en La Habana.
“Ahora que regreso la primera noticia es que efectivamente las comunidades indígenas que estuvieron en la búsqueda y las Fuerzas Militares conjuntamente encontraron con vida a los cuatro niños después de 40 días”, sentenció Petro.
En las fotos divulgadas por el Ejército, se ve a los cuatro menores cubiertos con mantas y rodeados por militares e indígenas. Los niños estarían en buen estado de salud, pero tendrían marcas de desnutrición.
“Regalo de la vida”
“Estaban solos. Ellos mismos lograron un ejemplo de sobrevivencia que quedará en la historia, así que hoy esos niños son los niños de la paz”, dijo el presidente.
Petro calificó la noticia de “un regalo a la vida”. También dijo que, dependiendo del estado de salud de los niños, serán trasladados el sábado a Bogotá o a Villavicencio, donde los esperan sus familiares. El presidente espera visitarlos dentro de poco.
Los menores habían sido identificados como Lesly Mukutuy de 13 años, Soleiny Mukutuy, de nueve años; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de cuatro años; y el bebé Cristin Neriman Ronoque Mukutuy, que cumplió su primer año dentro de la selva.
La búsqueda de los hermanos era una operación muy complicada, ya que la selva del Guaviare es un territorio denso e inhóspito donde llueve 16 horas al día y donde todavía hay pueblos que no han sido contactados. Los equipos de rescate tenían una visibilidad de solo 20 metros dentro de la selva.
Astrid Eliana Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), interrogada por France 24, subrayó la importancia de las creencias ancestrales en la llegada a los niños.
“No se vale solo la táctica militar, si no hay un corazón con las familias, si no hay una conexión con sus creencias y creo que esa fue la apuesta que hicimos”, explicó la directora del ICBF que dijo estar “muy feliz” de la noticia.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez también agradeció a las comunidades indígenas que hicieron posible el rescate de los niños.
Fin de la ‘Operación Esperanza’
Los cuatro niños viajaban en una avioneta junto a su madre, otro adulto y el piloto cuando el aparato se accidentó el pasado 1 de mayo. En el momento en que se descubrió la avioneta y los cuerpos de los tres adultos, pero sin presencia de los niños, comenzó una gigantesca operación de búsqueda.
Las Fuerzas Armadas del país se unieron con cientos de representantes de las comunidades indígenas. Una alianza poco convencional en el país que buscaba anudar conocimientos. Los militares e indígenas recorrieron a pie miles de kilómetros cuadrados de selva y usaron helicópteros y aviones intentando ubicar a los niños.
Se utilizaron todo tipo de técnicas como reflectores de luz durante la noche, altavoces con que emitían mensajes de su abuela, perros de rescate o helicópteros con sensores de calor, entre muchas otras. Las autoridades también habían dejado kits de sobrevivencia con agua y comida en varios lugares de la selva. Además, habían colocado volantes en la zona de búsqueda, escritos en español y en huitoto, lengua de los hermanos.
En las semanas de búsqueda, se habían encontrado varias señales que dejaban pensar que los niños estaban vivos, como huellas, un biberón, pañales usados, una carcasa de teléfono y un refugio improvisado. Además, las autoridades habían explicado que, de estar muertos, encontrar los cuerpos de los niños hubiese sido bastante rápido.
Sin embargo, mientras pasaban las semanas, la idea de encontrarlos vivos era cada vez más extraña. El asunto también había tomado grandes magnitudes cuando el presidente había anunciado falsamente que los niños habían sido encontrados. Una información errónea que le había brindado el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y que tuvo que ser rectificada por Petro. Pero esta vez, el presidente si pudo confirmar la noticia histórica.