Ludmila Isabella, expareja del delantero de Lanús y madre de su hijo Benicio, hizo una serie de publicaciones en su perfil de la red social Instagram donde afirmó tener miedo; el futbolista fue excluido del hogar, se le dictó una perimetral y debe hacer un curso
La pareja del jugador de Lanús Lautaro Acosta, Ludmila Isabella, afirmó que el futbolista la amenazó de muerte. “Si hacés la denuncia te voy a matar”, le habría dicho el delantero, según la denuncia
Según informaron fuentes judiciales, tras la denuncia de la joven tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°17 de Lomas de Zamora, que ya notificó al deportista de la formación de la causa.
“Ya no sé qué más hacer, necesito ayuda y hacerlo público para que pague todo lo que me hizo y se deje de manejar con tanta impunidad. Sufrí violencia física, psicóloga y económica, de lo peor que se puedan imaginar, tengo fotos y audios para demostrarlo”, sostuvo la joven en una publicación en su perfil de Instagram.
Además, en sus historias en esa red social subió imágenes de parte de su cuerpo con marcas de golpes. La joven sostuvo que hizo dos denuncias ante la Justicia, una en 2019, y la otra, la semana pasada. “El juzgado de Familia N°10 de Lomas de Zamora todavía no sacó una medida cautelar desde el 8 de junio que hice mi denuncia, y él sigue amenazando. Por favor, ayúdenme”, escribió la pareja del futbolista.
Luego de analizar el testimonio de la mujer y la presentación del representante del Ministerio Público, el juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale aceptó el pedido de la restricción perimetral y el cese del hostigamiento por vía digital o personal y, además, dispuso la exclusión del hogar del futbolista.
Dicha medida se fundó en que la víctima no tiene otro lugar donde ir a vivir, más que la casa en la que reside actualmente, en Temperley, con el futbolista. Ante esta situación el magistrado decidió excluir del hogar a Acosta.
El futbolista deberá presentarse ante los integrantes del Porgrama Conversatorio entre Género y Cultura de la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Lomas de Zamora para que, luego de la entrevista, se lo incluya en un tratamiento con la perspectiva de género.
Acosta e Isabella son padres de Benicio, de cuatro años. “Yo iba a la pieza de Beni y me tapaba con la frazada al lado de él para que tenga un poco de compasión y pare o que le dé un poco de lástima para poder calmarse, pero eso no pasaba”, según relató la denunciante en Instagram.
Al presentar la denuncia penal, Isabella solicitó la exclusión del hogar, prohibición de acercamiento y cese de hostigamiento, según informaron fuentes judiciales.
Según el relato de la joven, la violencia no se terminaba cuando ella iba a la habitación de su hijo. “Me venía a buscar y me sacaba de los pelos hasta nuestra habitación, arrastrando, y así seguía torturándome. Me sentaba, hacía que lo mire y que le contestara todo lo que me iba diciendo. Me pegaba golpecitos en la cabeza o sopapos, mientras me seguía diciendo barbaridades como ‘no ves que sos una mogoliquita’, ‘negra de mierda’, ‘puta’, ‘no te da la cabeza’. Eso es algo de todo lo que pasé. Ni una cuarta parte”, sostuvo en la publicación,
Y agregó: “Siempre creí en que él iba a cambiar y me equivoqué. Y otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer, y menos con un hijo”.
Fuente: La Nación