El ministro de Economía jugó un papel clave para frenar los intentos de las empresas de subas mayores, ante lo que consideran fuerte retraso ante la inflación. Massa estableció que las subas no excedan el 4,5%, para que se mantengan dentro del rango de acuerdos vigentes.
Ante los planes de las petroleras de que se disponían a incrementar esta medianoche los precios en los surtidores con porcentajes que iban hasta el 7,5%, el ministro de Economía Sergio Massa mantuvo este viernes “tensos cruces” con los ejecutivos del sector, para que mantengan las subas dentro de lo establecido en los acuerdos firmados, y en ese sentido reclamó que no haya aumentos que excedan el 4,5%.
Las petroleras sostienen que desde que se pautaron las subas incluyendo a los combustibles en los acuerdos de precios justos, han incrementado sus precios en un 23%, mientras en el mismo período la inflación trepó por encima del 40%, lo que conjugado además con la suba del dólar pone a las empresas “en una posición insostenible”.
Por eso las petroleras que querían “correrse” de esos acuerdos todavía vigentes, y apuntaban a forzar aumentos por encima de lo acordado, para acotar esa brecha que consideran “de atraso” en el sector. Claro que para Massa esas subas significaban una mayor presión inflacionaria sobre el índice en marcha de junio, por lo que dedicó buena parte del viernes a mantener esos “tensos cruces” con los directivos de las petroleras, para impedir que los acuerdos de “Precios Justos” queden en el olvido.
A partir entonces de esas comunicaciones, desde Economía enfatizaron que esta medianoche los precios en los surtidores no deberían contener subas más allá de un 4,5%. De hecho YPF fue la primera en anunciar ajustes en esa línea, siguiendo los lineamientos reclamados por Massa.
Sin embargo, quedaba esperar lo que harían las demás compañías a la hora de remarcar sus surtidores. Un rato antes habían destacado que los aumentos irían hasta el 5,5%, pero la compleja escena no está siguiendo al mismo ritmo de la inflación, por lo que las empresas tienen como objetivo salir del acuerdo firmado con el Gobierno en diciembre de 2022 e ir a un modelo propio de precios.
La Secretaría de Comercio y las petroleras habían acordado desde a fines del año pasado que hasta mediados de abril las subas mensuales del 4%. Luego se estableció un segundo tramo hasta agosto, y con el 8,4% de inflación de abril y el 7,8% de mayo informados por el INDEC, las empresas sostienen que han enfrentado una inflación del 42%, mientras que las subas que les permitieron fueron del 23%.