Misiones Para Todos

Con el dinero del Inclusivo comprará elementos deportivos

Tiago Engler, de Posadas, es el ganador N° 99 de este programa del IPLyC SE. El joven padece mielomeningocele y cuando se enteró del premio, “lo único que me salió fueron gritos de emoción, de felicidad, al punto que mi papá y mi mamá, me rodearon preocupados. Cuando les conté el motivo, se pusieron muy contentos. Fue un momento súper lindo, de pura felicidad. Por ahora, no se lo conté a nadie, solo a mi entorno familiar”, manifestó el atleta de alto rendimiento.

Sobre la iniciativa aseguró que “me parece muy buena, es una ayuda enorme para la gente, tenga alguna discapacidad o no. Es una mano para todo lo que sea necesario. En mi caso, voy a utilizar para mis medicamentos, mi entrenamiento, porque para el levantamiento de pesas se necesitan cinturones y muñequeras de muy buena calidad, y un banco plano adaptado”.

A las 72 horas de haber nacido, los médicos confiaron a los padres de Engler que el pequeño tenía una malformación en la columna, “lo que me impide caminar y tener fuerzas en las piernas”. A los 9 años empezó Taekwon-Do, luego hizo básquet adaptado sobre silla y más tarde lo invitaron a hacer levantamiento de pesas. “Empecé a entrenar en un gimnasio y después de unos meses me llamaron desde el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) para una prueba evaluatoria. Me quedé durante una semana, me gustó, conocí a mucha gente y me ficharon para la selección argentina de levantamiento de pesas. En junio cumplí un año en este deporte. Soy parte de la selección, viajé, me va bien y estoy súper contento”.

El menor de tres hermanos comentó que en este deporte “tenemos muchos gastos entre la compra de medicamentos, sondas, muñequeras, cinturones, proteínas, cremas, vendas, pasajes para viajar al Cenard. Así que está muy bueno que el IPLyC haga esto, es una súper ayuda, es algo genial”.

Engler, que está cursando el quinto año del colegio secundario y analiza la carrera a seguir, entiende que “para una persona con discapacidad no tiene que haber techo, el límite se lo pone uno. Lo difícil se hace, y lo imposible se intenta. Mi mensaje es que hay que seguir creciendo, que no hay que dejarse estar, que no hay que dejarse caer, que lo mínimo vale para la vida”.