Debido al cambio climático, los límites de velocidad en las autopistas vuelven a ser motivo de debate en Alemania. Promotores y detractores manifiestan posiciones irreconciliables. En Alemania, es un tema sensible.
“En Alemania, es como si se quisiera aprobar oficialmente una reducción de la potencia sexual para los hombres”: cuando Cem Özdemir, político de Los Verdes, pronunció esta frase en un programa televisivo, a algún televidente quizá se le cayó el café. Se debatía el tema de los límites de velocidad en las autopistas alemanas, y Özdemir fue claro: “Por desgracia, en Alemania esta discusión transcurre de manera muy irracional.”
El hecho es que, desde hace décadas, se dice que “el auto es el hijo preferido de los alemanes”. En el 60 por ciento de las autopistas no rige un límite de velocidad obligatorio. “Manejo libre para ciudadanos libres”, decía en 1974 el Automóvil Club de Alemania (ADAC); y 45 años más tarde, muchos no ven razón suficiente para cambiar esa frase.
Para muchos, manejar con velocidad no implica solo llegar cuanto antes al destino. Para los alemanes, conducir así está relacionado con la libertad y la convicción de no dejarse manipular por la clase política en el tema de los automóviles. Además, un poderoso lobby de conductores y fabricantes de autos siempre ha sabido cómo sofocar las discusiones en cuanto a la posibilidad de establecer límites de velocidad.
Frenar por el clima
El debate mas reciente cobró fuerza luego de una recomendación hecha por expertos, por encargo del gobierno federal. El detonador son las metas climáticas asumidas por el Gobierno Federal de Alemania hasta el año 2030. Según cifras de la Oficina Federal de Estadística, el tráfico de automóviles fue responsable de emisiones por 115 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2017. En comparación con 2010, se registró un incremento de 6 por ciento. Dado que las emisiones de CO2 aumentan, y que los motores con mayor rendimiento arrojan más gases contaminantes, los expertos ven una posible solución en limitar la velocidad de circulación en las autopistas.
Cabildeo en contra
La tormenta no se dejó esperar. El ministro federal de Tráfico, Andreas Scheuer (del partido conservador bávaro CSU) calificó como “contraria a cualquier racionalidad” la propuesta de limitar la velocidad, así como la posibilidad de aumentar el impuesto a los autos diésel.
A su vez, el ADAC duda que limitar la velocidad se traduzca realmente en una reducción de emisiones contaminantes. “El efecto es limitado en cuanto a la protección del clima”, dice Ulrich Becker, vicepresidente de esa asociación. Considera que, incluso, reducir la velocidad podría repercutir en un más congestionamientos y mayor riesgo de accidentes.
Como es de suponer, la Asociación de la Industria Automotriz de Alemania (VDA) –que reúne a los fabricantes de autos- se opone a limitar la velocidad de circulación en autopistas. “Existen medidas más efectivas y adecuadas que la imposición de límites de velocidad para proteger el clima”, dice una declaración de la organización. “La interconexión de vehículos y el mejoramiento de la infraestructura contribuirán a evitar atascos”, señala la VDA.
Los enemigos de tales límites dicen, además que las carreteras no son tan peligrosas como se piensa. En 2017, según información oficial, solo uno de cada ocho muertes en vías públicas ocurrió en una autopista. De tales muertes, cerca de la mitad tuvo su origen en faltas a las normas de conducción, y no en la falta de límites de velocidad.
Manejar lento, pero seguro
En cambio, el Sindicato de la Policía ve los límites de velocidad como una medida adecuada. El vicepresidente del organismo, Michael Mertens, dice: “Si no queremos confrontarnos con el hecho de que cada año mueren 3.200 personas en vías de tráfico vehicular, tenemos que hacer algo al respecto. Mientras más rápido circulen los autos involucrados en un accidente, más grande es la fuerza que impacta a los pasajeros.” El sindicato se refiere así no solo a los límites de velocidad en las autopistas, sino sobre todo en las peligrosas carreteras rurales.
En cualquier caso, la discusión está en pleno, y el ministerio de Tráfico quiere, por lo pronto, ganar tiempo. Una reunión del grupo de trabajo para mayor protección al clima, programada para este miércoles, fue cancelada por el ministro Scheuer. Y no hay nueva fecha para llevar a cabo el encuentro.