El Organismo Internacional de la Energía Atómica aseguró que los explosivos están en un área restringida a los trabajadores, pero que no se corresponde con la seguridad nuclear.
Un grupo de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), perteneciente a la ONU, han descubierto minas antipersona direccionales en las afueras de la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania), bajo control del ejército ruso.
Si bien las autoridades ucranianas ya habían denunciado la existencia de estos explosivos en los alrededores de la central, el OIEA aún no había encontrado indicios de su colocación.
Las minas antipersonas no tienen como objetivo principal matar, sino incapacitar o herir a sus víctimas, sobre todo a la población civil. Sin embargo, las minas direccionales de fragmentación son explosivos que matan o mutilan a la víctima que las acciona e, incluso, a todas aquellas personas que se encuentran en su letal radio de acción.
El director del OIEA, Rafael Grossi, informó este lunes sobre el hallazgo de las minas entre las barreras del perímetro interno y externo de la central nuclear ucraniana, que se trata de un área restringida a los trabajadores del lugar.
“Pero tener tales explosivos en el sitio es inconsistente con los estándares de seguridad del OIEA y la guía de seguridad nuclear, y crea una presión psicológica adicional para el personal de la planta”, declaró Grossi en un comunicado.
También aclaró que “la evaluación inicial del OIEA, basada en sus propias observaciones y las aclaraciones de la planta, es que cualquier detonación de estas minas no debería afectar a los sistemas de seguridad y protección nuclear del sitio. El equipo continuará sus investigaciones en la planta”, añadió.
“Como informé anteriormente, el OIEA ha estado al tanto de la colocación anterior de minas fuera del perímetro del sitio y también en lugares particulares dentro. Nuestro equipo ha planteado este hallazgo específico a la planta y se les ha dicho que es una decisión militar, y en un área controlada por militares”, informó el director.
La seguridad de la central nuclear
El equipo de la OIEA aseguró haber escuchado “varias detonaciones” a cierta distancia del lugar durante la noche del sábado pasado. Además, durante el fin de semana se notificó la pérdida temporal de conexión a la corriente eléctrica principal, a causa de un fallo técnico durante unas maniobras, algo que no puso en peligro la seguridad.
Respecto a la disponibilidad de agua para el enfriamiento de los seis reactores nucleares tras la destrucción de la presa de Kajovka a principios de junio, el OIEA ha informado de que el suministro sigue siendo estable y suficiente para “algunos meses”, y que la reducción del agua es de un centímetro por día, tanto por uso como por evaporación.
Por otra parte, Grossi aseguró que los expertos presentes en la central no han encontrado equipamiento militar pesado durante sus inspecciones y que aún continúan pidiendo acceso a los techos de los reactores y a la sala de turbinas.
La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, se encuentra bajo control de las fuerzas rusas desde el 4 de marzo de 2022. Desde entonces, tanto Kiev como Moscú se reprochan mutuamente estar llevando a cabo acciones hostiles en el lugar.