El líder católico arribó este miércoles 2 de agosto a la capital lusa para participar en un encuentro que reúne a jóvenes católicos de todo el mundo. Además, visitará oficialmente a las autoridades portuguesas y tendrá otros encuentros con la sociedad civil. Este viaje, el número 42 en su pontificado, está rodeado por la zozobra en torno a la salud del líder religioso de 86 años, que estuvo hospitalizado en marzo y junio de este año, en Roma.
Lisboa recibió al papa Francisco este miércoles 2 de agosto. El sumo pontífice participará en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud. En su agenda tiene programadas 20 reuniones y 11 eventos públicos, que van hasta el próximo 6 de agosto.
El líder católico, de 86 años, tras llegar a la base aérea Figo Maduro de Lisboa se reunió con el Presidente de la República en el Palacio Nacional de Belém, residencia oficial del Ejecutivo. Tras el encuentro, dio un discurso a las autoridades del país en el centro Cultural de Belém.
En el discurso, en el que una buena parte estuvo dedicada a expresar críticas “con cariño”, a la Unión Europea, aprovechó para sugerir políticas que apoyen a los jóvenes y que tengan como eje central: “El medio ambiente, el futuro y la fraternidad”.
“El problema global sigue siendo extremadamente grave: los océanos se están calentando y sus profundidades sacan a la superficie la fealdad con la que hemos contaminado nuestra casa común. Estamos convirtiendo las grandes reservas de vida en vertederos de plástico”, lamentó Francisco.
En lo que ya es su estilo retórico, el pontífice resaltó que “hay que cuidar con esmero” el medio ambiente “pensando en las generaciones más jóvenes”. “¿Cómo podemos decir que creemos en los jóvenes, si no les damos un espacio sano para construir el futuro?”, añadió Francisco.
En su primer discurso público, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, aprovechó para resaltar que “el futuro son los jóvenes”, pero cuestionó los “factores que los desaniman” entre ellos el desempleo, el “ritmo frenético” de la vida, el aumento del costo de vida, los problemas para encontrar una vivienda y, “lo que es más preocupante”, en sus palabras: “Formar una familia y traer hijos al mundo”.
Francisco también aprovechó esta tribuna para llamar la atención de Europa y que “no ofrezca caminos creativos”, haciendo referencia al conflicto de Ucrania y Rusia. Una crítica en la que también insistió en su viaje a Hungría en abril pasado.
“Sueño con una Europa, corazón de Occidente, que utilice su ingenio para apagar focos de guerra y encender luces de esperanza”, dijo Francisco
“¿Hacia dónde van si, ante el dolor de vivir, ofrecen remedios superficiales y equivocados, como el fácil acceso a la muerte, una solución de conveniencia que parece dulce, pero que en realidad es más amarga que las aguas del mar?” Con estas palabras, el líder católico criticó la despenalización de la eutanasia en Portugal, recientemente aprobada.
En esta jornada, también se presentaron manifestaciones de decenas de policías que denunciaron la precariedad laboral de su sector y le pidieron que “rece por ellos”, ya que, aseguran, “prácticamente lo que queda es fe”.
Durante la primera jornada, Francisco se reunirá con autoridades políticas, miembros de la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el Centro Cultural Belém, donde pronunció su primer discurso. En tarde, horario local de Portugal, se espera que el pontífice se reúna en la Nunciatura Apostólica con el presidente de la Asamblea de la República, Augusto Ernesto dos Santos Silva, y con el primer ministro António Costa.
Inquietudes por la salud de Francisco
El viaje a Portugal, el número 42 en su pontificado, se da semanas después de una hospitalización que tuvo el líder de la Iglesia Católica, en Roma, tras una cirugía que se le practicó para evitar una obstrucción intestinal. En marzo pasado, también estuvo interno en un hospital en la capital italiana tras una infección respiratoria.
El máximo pontífice, llegó a Lisboa en silla de ruedas, como ya es costumbre desde el 5 mayo de 2022, cuando apareció por primera vez en una audiencia utilizándola.
En diciembre de 2022, Francisco sorprendió tras revelar en una entrevista con el medio español ABC, que al comienzo de su pontificado en 2013, el papa entregó una carta de renuncia “en caso de impedimento por cuestiones médicas”. Esta decisión ya había sido tomada por los Papas Pablo VI y Pío XII
Por Julián Ramírez Castro-France24 con EFE y AFP