Es una de las nuevas estrellas del arbitraje en la máxima competición internacional del fútbol femenino.
¿Cómo se mide el orgullo de una participación? Las palabras, usualmente, parecen no poder describir la plenitud de un sueño hecho realidad. Pero este no es el caso de Heba Saadieh, árbitra profesional, la primera palestina y la primera mujer con hijab en formar parte de las direcciones de los partidos en la Copa Mundial Femenina de Fútbol en Australia y Nueva Zelanda.
“Estoy tan orgullosa de ser la primera árbitra palestina, ya sea hombre o mujer, en los mundiales. Esto me hace sentir la responsabilidad de ofrecer un rendimiento excelente durante el torneo”, contó Saadieh a AlJazeera, quien la entrevistó sobre este logro único. Un hito que agrega un sello importante a su pasaporte como ciudadana del mundo, certificando los grandes esfuerzos que ha realizado para seguir una carrera llena de dificultades.
Y no solo debido a su origen: nacida en 1979 y criada en Siria por padres palestinos, Heba Saadieh se graduó en Educación Física en la Universidad de Damasco y fue en ese país del Medio Oriente, antes del estallido de la guerra, donde se enamoró del fútbol desde su aspecto más complejo, el arbitraje. Un papel delicado, que requiere prontitud en las decisiones, nervios de acero y la capacidad de reflexionar en una fracción de segundo. Y aunque lo hace con asombro, destaca que ninguna mujer que conozca trabaja como árbitro. “Estaba observando a un grupo de árbitros entrenar y noté que no había mujeres. Cuando pedí información, me sugirieron unirme a ellos. Así que lo hice”, resumió en una entrevista con Palestina TV Sports and Youth: comenzó a estudiar para ser árbitra, se unió al comité y pronto la llamaron para ser la cuarta árbitra en el campeonato.
La guerra en Siria, que comenzó en 2012, obligó a Heba Saadieh a posponer su sueño de ser la primera árbitra principal: se mudó a Malasia, pero las cosas no fueron tan bien como imaginaba. En los partidos de las ligas masculinas malayas, experimentó cierta resistencia y chismorreos desde las bancas: ¿qué hace una mujer en uniforme de árbitro? Ella no se rindió, pero la desconfianza estaba en su punto más alto: logró regresar a Europa, a Suecia, gracias a un programa de reasentamiento de refugiados de las Naciones Unidas, y finalmente la carrera de Heba Saadieh pudo despegar de manera segura. También se enfocó en su forma física y resistencia, aspectos indispensables para recorrer largas distancias durante los partidos, y compensó su escaso conocimiento del sueco con el lenguaje común del fútbol, los gestos universales de las tarjetas y el silbato.
En 2016, finalmente obtuvo la licencia de árbitra internacional de la FIFA y pudo participar en las competiciones más importantes: comenzó con los partidos de la Copa de Asia Femenina y algunos partidos de clasificación para la Copa Mundial Femenina en los Juegos Olímpicos de Tokio, celebrados en 2021. También se desempeñó en un torneo sub-23 masculino en Francia, el país que dio a luz a la árbitra contemporánea más famosa, Stephanie Frappart, a quien Heba Saadieh admira. Hoy en día, ha dejado definitivamente la enseñanza de educación física para concentrarse únicamente en el arbitraje. Sus sueños se están haciendo realidad uno tras otro, y el más dulce de todos es el de compartir: despertar el deseo de su misma profesión en las jóvenes, tanto palestinas como de otras nacionalidades. “Espero poder abrir esta puerta a otras mujeres árbitras palestinas, y también a los hombres, para seleccionarlos en el futuro”, expresó en una entrevista. Así, respetando las reglas más humanas en un campo de fútbol, podrán vislumbrar un mejor mañana.
Fuente Marie Claire