El texto completo de la carta presentada este lunes al partido. La vicepresidenta Miryam Comparín quedará a cargo de la presidencia del Consejo Provincial.
A poco de iniciarse una investigación por parte del Tribunal de Disciplina por su intento de conformar una lista para las elecciones de senadores y diputados nacionales sin contar con los avales correspondientes, Juan Manuel “Juanchi” Irrazábal renunció este lunes 7 de agosto a la presidencia del Consejo Provincial del Partido Justicialista de Misiones.
La vicepresidenta Miryam Comparín quedará a cargo de la presidencia del Consejo y se produce un corrimiento de la lista donde Ángel Arévalo sube a la vicepresidencia y Demetrio Gauto queda como vice segundo.
La renuncia de Irrazábal llega en medio de una oleada de fuertes críticas y pedidos de que se aparte de la conducción del partido, luego de intentar una jugada personal que le salió mal y que lo enfrentó con el Frente Renovador de Misiones. Producto de ello, varios dirigentes que responden a Irrazábal fueron despedidos en diversos cargos del Gobierno provincial.
La nota de renuncia ingresó esta mañana a la sede del partido. Antes de eso, el 31 de julio, habían presentado su renuncia cuatro dirigentes de su extrema confianza, también integrantes del Consejo Político: Graciela Beatriz Rodríguez; Nicola Andrés Chevoiesky Bravo; Martín Hernán Quirelli y Marcelo Pablo González.
La nota de renuncia
En una breve nota dirigida al apoderado del PJ, Rafael Pereyra Pigerl, el renunciante expresa que “habiendo tomado razón de las imputaciones endilgadas a mi parte y tramitadas por el órgano institucional de Disciplina”.
“Lo cierto es que producto de acciones de disciplinamiento, los compañeros más, vulnerables fueron objeto de despidos laborables, trastocando todos los códigos de ética. La construcción de un diálogo con la fuerza de los hechos, en mi accionar como sujeto político se avizora inútil”, manifestó.
En referencia al partido gobernante en la provincia, agregó que “con claro dominio de poder someten a personas, voluntades y partidos políticos, pero si algo tengo en claro es que la dignidad humana no es otra cosa que la condición de la persona vista desde la perspectiva de un singular valor moral. Por ello, en mi condición de libertad y en ejercicio de mis derechos humanos y, además mi moral y, jurídicamente ligado a los derechos humanos de los demás en cada circunstancia histórica específica en la que me ha encontrado el accionar de la política, será siempre el valor rector de mis actos”.
Por último señaló que “con estos principios básicos que orientan mi proceder, sin más, pongo a disposición mi cargo electo de presidente del Partido Justicialista, al cual he accedido legítimamente y solicito que mi decisión real sea respetada y ponga freno a las acciones persecutorias y se restituyan los derechos laborales de los compañeros quebrantados. Proceda Usted a la comunicación fehaciente de todos los órganos del Partido”.