Cinco días después del golpe de Estado que derrocó al presidente de Gabón, Ali Bongo, el general Brice Oligui Nguema, que encabezó la toma militar, juramentó este lunes 4 de septiembre como mandatario de la transición. El líder del Ejército se dirigió a la nación mediante un discurso en el que prometió instalar “instituciones más democráticas” antes de que sean celebradas “elecciones libres”. Sin embargo, no ha confirmado una fecha.
Un paso que ratifica el control de la junta militar de Gabón sobre el país. Este lunes 4 de septiembre, el hombre que encabezó el reciente golpe de Estado contra Ali Bongo juramentó como presidente de la transición.
El general Brice Oligui Nguema tomó posesión de su nuevo cargo ante jueces del Tribunal Constitucional en una ceremonia televisada desde Libreville, la capital de la nación.
“Juro ante Dios y ante el pueblo gabonés preservar con toda fidelidad el régimen republicano (…) Preservar las conquistas de la democracia”, declaró el jefe de la guardia presidencial, que el pasado miércoles 30 de agosto dirigió la toma del poder a la fuerza.
En medio de aplausos de una audiencia de oficiales de la institución castrense, Oligui Nguema señaló que habrá “elecciones libres, transparentes y creíbles” para devolver el poder al pueblo. Sin embargo, no especificó una fecha ni una hoja de ruta para ello.
Desde el pasado sábado, el denominado Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI), como se hace llamar la junta militar, prometió que los militares se reunirán con los partidos políticos para crear “instituciones fuertes” y activar reformas democráticas, antes de convocar a nuevos comicios.
“Después de esta transición (…) pretendemos devolver el poder a los civiles organizando nuevas elecciones que serán libres, transparentes, creíbles y pacíficas”, remarcó.
Por otra parte, Oligui Nguema subrayó que su Ejército actuó sin causar derramamiento de sangre. Fue un golpe “incruento”, insistió en su discurso.
“Con el nuevo gobierno, formado por gente con experiencia, vamos a darles a todos la oportunidad de tener esperanza”, afirmó el general.
A la ceremonia asistieron varias personalidades de la Administración del presidente derrocado, entre ellos el vicepresidente y el primer ministro.
Oligui Nguema propone una nueva Constitución en Gabón
Interrumpido varias veces por aplausos mientras describía el golpe como un momento de “liberación nacional” y una manifestación de la “voluntad de Dios”, en su discurso, el líder militar gabonés propuso una serie de reformas.
La principal de ellas es una nueva Constitución, que se aprobaría mediante un referendo, así como nuevos códigos electorales y penales.
Además, el líder del Ejército abogó por medidas para dar prioridad a los bancos y empresas locales para el desarrollo económico y prometió que los exiliados políticos serían bienvenidos, así como una amnistía para los presos políticos, por lo que serían liberados.
“Cuando el pueblo es aplastado por sus líderes, es el Ejército el que le devuelve la dignidad”, declaró.
El golpe de Estado en Gabón es el octavo en África Occidental y Central en los últimos tres años, una situación que causa una ola de rechazo generalizado en Occidente, que había entablado relaciones estratégicas en materia económica y de seguridad, entre otras, con los anteriores gobiernos en la región del Sahel.
África y la comunidad internacional se muestran cautelosos frente a Gabón
El golpe en Gabón se produjo a un día de cumplirse un mes de la toma militar en Níger.
Pero, a diferencia de las reacciones ante lo ocurrido en el territorio nigerino, en el caso de Gabón, los principales bloques regionales, como la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), se han mostrado más cautelosas.
Si bien la Unión Africana suspendió la membresía de Gabón la semana pasada, la Cedeao no ha anunciado pasos concretos a seguir ni ha advertido sobre una eventual intervención armada para forzar a la restitución del orden democrático, opción que sí mantiene sobre la mesa con respecto a Níger.
Está prevista una reunión de la Cedeao en las próximas horas para discutir su respuesta frente a Libreville.
Entretanto, distintos líderes de la comunidad internacional se han manifestado en contra del golpe en Gabón, pero al mismo tiempo han destacado que la toma militar estuvo precedida por las “irregularidades” en los comicios del pasado 26 de agosto, que según las autoridades electorales dieron un tercer mandato consecutivo a Bongo, quien proviene de una familia que ha gobernado el país africano por más de 55 años.
Su padre, Omar Bongo Ondimba, dirigió el país rico en petróleo por más de 41 años, hasta su fallecimiento en 2009. Desde entonces empezó a gobernar su hijo, por lo que la oposición usualmente denuncia una corrupción endémica en “la dinastía Bongo”.
“Naturalmente, los golpes militares no son la solución, pero no debemos olvidar que en Gabón hubo elecciones llenas de irregularidades”, resaltó el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, el pasado 31 de agosto.
En los últimos días, miles de ciudadanos gaboneses se han manifestado en las calles a favor del Ejército y del golpe de Estado. Muchos bajo gritos como Gabón ha sido “liberado” y “fuera Bongo”.
No obstante, desde la oposición política y la comunidad internacional urgen a la junta militar a traspasar el poder a un gobierno civil.
Por Yurany Arciniegas-France24 con Reuters, AFP y AP