Desde Bruselas, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, puso como condición inamovible eliminar todos los casos judiciales contra el independentismo catalán a cambio de respaldar la investidura a presidente del próximo gobierno español. De lo contrario, los ciudadanos tendrían que volver a las urnas, advirtió este 5 de septiembre el dirigente político en el exilio. Tras las elecciones generales no concluyentes del pasado julio, el apoyo de esa bancada política resulta imprescindible para formar gobierno.
Amnistía para el independentismo o nuevas elecciones en España. Los líderes de Junts per Catalunya estrechan el cerco para la posible formación de un próximo gobierno.
En una rueda de prensa, en Bruselas, el eurodiputado Carles Puigdemont –requerido por la Justicia de su país tras sus intentos de secesión cuando dirigió Cataluña entre 2016 y 2017–, exigió que todos los casos judiciales contra el separatismo catalán sean abandonados por las autoridades, como condición para que los legisladores de su partido político negocien la investidura de un nuevo presidente de gobierno.
“Estaremos listos para una negociación histórica si se crean las condiciones necesarias”, aseguró.
La amnistía “total” es la primera condición y el punto básico para que su bancada política se siente a negociar. “Debe ser un abandono permanente” de la vía judicial contra el independentismo, remarcó.
Pero Puigdemont también puso sobre la mesa otras exigencias que expuso en orden de urgencia.
El líder catalán también pidió una vía de discusión para un posible referendo sobre la autodeterminación de Cataluña, así como legitimar la consulta popular de hace cerca de seis años. “No podemos negociar con quien nos considera un terrorista”, sostuvo.
En este sentido, el dirigente político en el exilio pidió la creación de un mecanismo de mediación y supervisión para velar por el cumplimiento de las eventuales promesas.
“La total falta de confianza entre las partes hace que este mecanismo sea imprescindible y que deba operar desde el inicio de las negociaciones. Nuestra experiencia nos impide tener confianza alguna en la palabra que nos den; sería una irresponsabilidad emprender una negociación de futuro que no cuente con ese mecanismo”, manifestó.
Sus declaraciones tuvieron lugar justo un día después de su reunión en la capital belga con Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del actual Gobierno, que busca ser reelegido.
“Estén preparados para elecciones”
Tras los comicios generales y anticipados del pasado 23 de julio que no dieron a ningún partido político la mayoría absoluta, de al menos 176 escaños en el Parlamento, las alianzas políticas son necesarias.
Pero en esta ocasión, el apoyo de Junts per Catalunya, que no se ha decantado por ninguno de los aspirantes a presidente de gobierno, resulta imprescindible y por ahora no se muestra dispuesto a ceder.
“Estén preparados para las elecciones pero también para las negociaciones que podrían terminar con un acuerdo histórico”, insistió Puigdemont.
Si bien el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, cuyo conservador Partido Popular (PP) obtuvo la mayor cantidad de votos y el rey de España Felipe VI lo propuso para una votación de investidura el próximo 27 de septiembre, de no obtener los sufragios necesarios podría abrirse un camino para la reelección de Sánchez.
Sus posibilidades de ganar son consideradas escasas, ya que el PP se opone a cualquier concesión a los separatistas.
Si el intento de Feijoo fracasa, le corresponderá a Sánchez negociar para reunir el apoyo que le permita formar gobierno. Pero esa opción será imposible sin el apoyo de los siete legisladores de Junts per Catalunya.
En caso de que ninguna de las partes ceda, el país se encaminaría a nuevas elecciones generales.
El PSOE se aferra a sus posibilidades; el PP rechaza exigencias del independentismo
Aunque acudir de nuevo a las urnas parece posible, dada la complejidad de las exigencias del independentismo, una línea roja para muchos ciudadanos y que recibe un rechazo generalizado en el país, el partido oficialista se muestra dispuesto a continuar con las negociaciones.
En las últimas horas, fuentes del Partido Socialista, citadas por la prensa local, consideraron el discurso de Puigdemont “poco confrontativo”, por lo que se abre la “vía del diálogo”, subrayaron.
Resaltan que el encuentro entre Yolanda Díaz y Puigdemont representa un “acercamiento” y que ninguna negociación empieza “renunciando” a las exigencias, planteadas con anterioridad.
Hasta ahora, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Sánchez, es el que se ha mostrado más dispuesto a alcanzar puntos de acuerdo con los independentistas, mientras que el PP tajantemente rechaza sus exigencias. Así lo ratificó Feijóo este martes, tras conocer las declaraciones del líder del independentismo catalán.
“Si el requisito para que yo sea presidente es comprometer una amnistía que no cabe en la Constitución y es una ofensa a la democracia española, nos podemos ahorrar la reunión (…) Pedir una amnistía en base (sic) a un procedimiento judicial es negar la existencia de la democracia”, aseguró Feijóo.
Mientras el PP se rehúsa a por lo menos sostener una conversación en torno a esas exigencias, para el PSOE no todo está perdido, mientras se aferra a las posibilidades que le queden para encabezar el próximo gobierno.
Por Yurany Arciniegas-France24 con Reuters y medios locales