El fenómeno afectó a más de 80 localidades de la región y, además de las víctimas fatales y las personas desaparecidas, causó daños económicos por más de 270 millones de dólares
El ciclón extratropical que azotó al estado brasileño de Rio Grande do Sul sigue causando estragos y las autoridades locales informaron que ascendió a 42 el número de víctimas fatales y a 46 la cantidad de desaparecidos. El fenómeno, que comenzó en la madrugada del lunes, afectó a unas 150.000 personas, especialmente la localidad de Muçum.
En un escenario atravesado por la tragedia, las familias trasportaban los ataúdes en medio del barro hacia el cementerio local, mientras que otros pobladores continuaban advirtiendo los efectos devastadores de las inundaciones. Incluso, la fuerza de las lluvias y vientos arrancaron lozas de varias toneladas y destaparon tumbas.
De acuerdo a los datos oficiales, con 16 fallecidos y 30 desaparecidos, Muçum es la localidad más golpeada por el fenómeno, calificado como “el peor desastre natural en la historia de Rio Grande do Sul”. La actualización de las cifras se registró durante la noche de este sábado.
En este difícil contexto, un policía de 48 años que perdió a sus familiares recordó que “ellos ya habían pasado por varias inundaciones, incluso se habían mudado a una casa en un lugar más alto, pero lamentablemente las aguas volvieron y esta vez se los llevaron”.
En el barrio Fátima de Muçum, las pilas de ladrillos rojos o madera apenas permiten adivinar que había casas en la zona donde ahora las maquinas pesadas levantan los escombros de las calles embarradas. En tanto, mientras las autoridades seguían con las tareas de búsqueda, el acceso a la localidad estaba restringido.
Frente a la magnitud de la catástrofe, el papa Francisco expresó su solidaridad con las comunidades afectadas, según un telegrama en portugués de la oficina del secretario de Estado del Vaticano.
El pontífice “ofrece votos por el descanso eterno de las víctimas fatales así como oraciones por las familias sin hogar, deseando que la reconstrucción de las localidades afectadas ocurra de manera rápida y eficaz”.
El ciclón -que repercutió en 88 localidades en la región brasileña- causó también daños económicos por más de 1.300 millones de reales (270 millones de dólares), según informó la Confederación Nacional de Municipios (CNM).