La Vicepresidenta no se muestra al frente de la campaña desde mediados de julio. Dará una charla pública para responderle a Milei y Bullrich. Qué dice el libro que presentará
Después de dos meses sin hablar en público, a excepción de algunos tuits por los fallos adversos en Estados Unidos en relación a YPF, y justo un mes antes de las elecciones presidenciales, Cristina Kirchner reaparecerá en una charla en la Universidad UMET de la que participará un selecto y reducido grupo de dirigentes. En el búnker de campaña esperan un mensaje que ayude a inclinar la balanza hacia Sergio Massa a quien bendijo como candidato a Presidente.
Coincide la vuelta a escena de la Vicepresidenta con la reapertura de dos causas judiciales en su contra a las que hasta ahora no hizo mención. Para la charla convocó como siempre con un título sugestivo y sin sutilezas: “De castas, herencias, derrumbes y futuro”.
La presentación apunta a un mismo tiempo al libertario Javier Milei y a Juntos por el Cambio, con alusión tanto a Patricia Bullrich como a Mauricio Macri y la experiencia del gobierno macrista y de la Alianza que precedió al surgimiento del kirchnerismo. Lo resume con solo cuatro sustantivos.
La semana pasada Bullrich presentó su nuevo libro acompañada por el expresidente Macri y ayer hizo lo mismo Ramiro Marra, candidato a jefe de gobierno porteño por La Libertad Avanza, en la Bolsa de Comercio. Macri ya presentó dos títulos propios, uno -“Para qué”- este año y lo hizo con el fin de marcarle la cancha a su fuerza política.
El sábado, la Vicepresidenta hará ‘hablar’ a Néstor Kirchner a través de otro texto, “Después del derrumbe”, un libro que considera “imprescindible”. Fue escrito en la primera campaña presidencial K, antes de que el santacruceño llegar a la Casa Rosada. Se trata de conversaciones del expresidente con el intelectual Torcuato Di Tella.
El mensaje de Néstor Kirchner
En aquel 2003 Kirchner dedicó el libro a su madre, a Cristina “mi compañera de toda la vida” y “al futuro de mis hijos Máximo y Florencia”. También “a mis compatriotas, en la esperanza de que todos juntos podamos construir un país en serio”. Di Tella en cambio se lo dedicó “a los argentinos que quieren comprometerse sin dejar de lado sus ideales”.
Dos décadas después Cristina Kirchner pidió la reedición de las conversaciones al equipo de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner que ella misma lanzó meses atrás en el Teatro Argentino de La Plata con respaldo de dirigentes como Víctor Santa María y el exministro de Educación Nicolás Trotta.
En aquella presentación dejó claro que no sería candidata y describió el actual escenario político dándole centralidad a Milei y pidiendo a UP que explique en la campaña por qué la dolarización sería una marcha atrás y una reedición del plan de Domingo Cavallo en el gobierno de Carlos Menem. Es la misma obsesión de su marido en el libro.
La justificación para la reedición se encuentra ya en el inicio con el prólogo de Di Tella que, según cuenta, escribió empujado por un grupo de amigos de Lomas de Zamora, entre ellos Fernando ‘Chino’ Navarro. El ‘Chino’, que juntaba militantes y amigos en su quincho, fue de los primeros nestoristas pero también el primero en romper con Cristina Kirchner con el Movimiento Evita.
Di Tella explicaba el ocaso del peronismo y la fragmentación política, definía al radicalismo como un partido “descuartizado” con la salida de figuras como Elisa Carrió y Ricardo López Murphy que ahora volvieron a sus raíces bajo el paraguas de Juntos por el Cambio.
A la derecha ubicaba a Menem con la Ucede, Cavallo, y dos condenados por delitos de Lesa Humanidad como Domingo Bussi y el exsubcomisario Luis Patti. Aquel escenario, decía, desembocaría en dos fuerzas mayoritarias de centroizquierda y centroderecha. De un lado estaban Adolfo Rodríguez Saá y Kirchner que, para él, junto a otros dirigentes como Felipe Solá, representaba “una mayor garantía de renovación” en el PJ.
“Hay que hacer una apelación transversal”, escribió citando a Raúl Alfonsín y a Juan Domingo Perón. Y explicó la necesidad de una coalición que debía motorizar el ganador del 2003. En un principio pocos creían que ese pudiera ser Kirchner que de hecho sólo sacó 22% de los votos. Se ahorró la segunda vuelta por la deserción de Carlos Menem que advirtió que la suma del antimenemismo iba a ser superior.
¿Todos contra Milei?
El libro es una larga entrevista de Di Tella a Kirchner, con quien simpatizaba y a quien iba a votar. Volverlo a poner en circulación puede ser un mensaje a quienes desde Unión por la Patria o desde la oposición promueven el fin del kirchnerismo. O puede tener la intención de ponerle un cepo ideológico a la campaña de UP con la voz de Néstor Kirchner.
También puede que constituya el leitmotiv para recuperar la mística kirchnerista. Lo revelará la Vicepresidenta el sábado en la UMET. En su entorno repiten que será un apoyo a la fórmula presidencial y un análisis de “lo que está en juego”.
De hecho, los argumentos de Kirchner se parecen a los últimos discursos de la Vicepresidenta. Critica los años 90 de Menem y Cavallo como continuadores de la política económica que en la dictadura impuso José Alfredo Martínez de Hoz. Y menciona como “continuador mediocre” a Fernando de la Rúa.
“Mire Torcuato -arranca en el primer capítulo- si en la Argentina del 1 a 1, donde la producción local tuvo asimetrías cambiarias muy fuertes, hubiésemos protegido la producción propia, ahora no tendríamos este cuadro de desempleo y pobreza”.
“En materia cambiaria me opongo a la dolarización o a implementar una nueva convertibilidad porque esas alternativas significan repetir los errores del cepo cambiario que destruyó la actividad productiva nacional”, afirma el expresidente.
“El Estado debe recuperar el control de los instrumentos macroeconómicos”, sostiene en modo entrevistado. También habla de impulso a la producción y de subsidios a las pequeñas y medianas empresas para mitigar las asimetrías con los productos de afuera; critica la posibilidad de crear sindicatos por empresas y la flexibilización laboral.
Por momentos el libro parece haber sido escrito o repetido de memoria por la Vicepresidenta. Al criticar la causa judicial por las coimas del Senado para la ley Laboral, el entonces gobernador de Santa Cruz apuntó a “la falta de voluntad de la Justicia” para investigar y al exjuez Liporace que llevó la causa y luego renunció acusado de enriquecimiento ilícito.
“Como usted verá, todo hace juego con todo”, responde Kirchner con una frase que hoy repite en forma permanente su sucesora durante dos períodos.
Kirchner también compara a la inseguridad con una epidemia y hasta tiene críticas hacia Luis Barrionuevo, el sindicalista gastronómico que hoy está del lado de Milei.
Ya entonces hablaba sobre la reforma del Consejo de la Magistratura y su plan de renovar la Corte Suprema a través del mecanismo del Juicio Político. También de la necesidad de obra pública y el rol del Estado como generador de empleo: “Es mentira que la inversión pública traiga como correlato el déficit fiscal, como dicen sectores neoliberales de la economía.”
En el último de diez capítulos, considera que para ser un país en serio “es indispensable cambiar el actual sistema impositivo regresivo por otro progresivo donde paguen los que más ganan”. En Diputados este martes se votó la media sanción de la reforma de Ganancias.
Por Analía Argento-El Cronista