El Ejecutivo francés alega que “no puede” cargar con todo el peso “del coste de la inflación”.
Tensión en Francia entre el Gobierno y el sector de los carburantes. Las grandes marcas de distribución se ponen a la defensiva después de que el Ejecutivo presentara su intención de autorizar la venta a pérdida de combustible a partir de diciembre.
Esta práctica está prohibida en Francia desde 1963, pero el Gobierno tiene razones de peso para levantar esta restricción, la más importante es la inflación que está por las nubes.
“A menudo oímos decir a los responsables de la distribución que a veces se ven obstaculizados por las normas, que a veces el Gobierno les impide hacer más por los consumidores. Estamos escuchando este mensaje, proponemos levantar un cierto número de trabas durante un periodo determinado de seis meses, y por ello proponemos a quienes lo deseen, sin ninguna obligación, participar en este esfuerzo colectivo”, declaró el portavoz del Gobierno, Olivier Veran.
Las grandes marcas de la distribución de carburantes en Francia, cuyos responsables se han reunido varias veces con el Ministro de Economía, ya han anunciado que no venderán con pérdida , una de ellas es TotalEnergies
Además de los combustibles, el Gobierno de Macron quiere adelantar también para diciembre las negociaciones entre industria y distribuidores para rebajar los precios de diferentes productos en los supermercados del país.
El Ejecutivo francés alega que “no puede” cargar con todo el peso “del coste de la inflación”.