Alberto Klein (63), de Oberá, es el ganador 103 del IPLyC Social Inclusivo. Hace 20 años sufrió cáncer de mandíbula y lengua, razón por la cual se le debió realizar una amputación, y hoy convive con algunas complicaciones relacionadas a episodios cerebrovasculares, que lo dejaron con muchos problemas de movilidad.
Su esposa, Ramona Gamarra, manifestó que recibir el premio fue una “verdadera sorpresa. Me llamó una prima de Posadas para avisarnos y, para corroborar, entré a la página del Instituto, y era real. Lo que hacen es algo muy bueno, es especial”.
“Lloré de la emoción. Estamos contentos porque el premio nos llega en muy buen momento. Necesitamos arreglar una pared del dormitorio y comprar un televisor que tenga conexión a internet para que mi esposo pueda escuchar la música y mirar las películas que le gusten”, agregó la mujer, que a fines de octubre cumplirá 40 años de casada con Alberto, quien nació en Garuhapé-Mi, y se mudó a Oberá junto a su familia, siendo pequeño.
Para esta familia la vida “fue muy difícil, crie a los seis hijos -que le regalaron once nietos y una bisnieta- prácticamente sola, trabajando de empleada doméstica, pero nunca bajé los brazos. Poniendo las cosas de Dios por delante, siempre se puede. Siempre digo que los brazos se bajan cuando uno muere y eso es lo que le enseñé a mis hijos”, contó Gamarra, que también es una sobreviviente del cáncer.
Agradecida con el IPLyC sostuvo que “me parece fantástico que el Instituto esté haciendo este tipo de obras porque en nuestro caso, y en el de todos los discapacitados, que pasan por situaciones similares, este premio es de mucha utilidad. Nos viene de maravilla”.