Este 18 de octubre la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, alivió las sanciones de su país a Venezuela en el sector petrolero, de gas y de oro durante al menos seis meses. Esto, como respuesta a un acuerdo sobre las elecciones presidenciales venezolanas de 2024 celebrado entre el gobierno y la oposición, en las cuales habrá observadores internacionales.
En un comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el organismo aseguró que “en respuesta a estos acontecimientos democráticos, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha emitido Licencias Generales que autorizan transacciones que involucran al sector de petróleo y gas de Venezuela y al sector del oro , así como también eliminan la prohibición del comercio secundario”.
La decicisón de la Casa Blanca de este miércoles incluye la emisión de una licencia general de sesis meses para el sector de petróleo y gas de Venezuela, al tiempo que otorga otra licencia general que autoriza las transacciones con Minerven, empresa venezolana productora de oro. Sin embargo, aún está vigente la prohibición de negociación en el mercado primario de bonos venezolanos, según informó el organismo.
Los alivios otorgados a Venezuela por la Administración Biden también le permiten a Venezuela reanudar acciones comerciales con otros países de la región y el Caribe. Las concesiones hechas por el presidente Maduro frente a la oposición política de su país, son en gran medida lo que hace posible que Estados Unidos emita esta serie de licencias y autorizaciones.
Washington continuará con un amplio levantamiento de sanciones al país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP por sus siglas). Pese a ello, Estados Unidos advirtió de revertir la flexibilización de las sanciones si el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no levanta la prohibición a la candidatura de los candidatos presidenciales de la oposición y la liberación de los presos políticos.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, celebró las últimas decisiones tomadas por el Ejecutivo de Caracas, pero dijo que Washington le había dado hasta finales de noviembre para comenzar a levantar las prohibiciones a los candidatos presidenciales de la oposición y comenzar a liberar a los presos políticos y a los estadounidenses “detenidos injustamente”.
Esta noticia para el comercio petrolero de la región es antecedida de meses de negociaciones en las que Washington presionó a Caracas para unas elecciones democráticas en el país a cambio del levantamiento de algunas de las sanciones impuestas a Venezuela durante el gobierno del expresidente estadounidense, Donald Trump.
La Administración del presidente Maduro y la oposición llegaron este 17 de octubre a un acuerdo en Barbados, en el que se pactaron garantías para unas elecciones presidenciales en el país durante el segundo semestre de 2024. Sin embargo, el acuerdo no logró que el gobierno venezolano levantara las prohibiciones a los candidatos de la oposición, que no les permite la ocupación de cargos públicos. Con esto pendiente y la liberación de los presos políticos aún en vilo, las sanciones podrían volver de inmediato por parte de Washington.
“Nuevo tiempo de las relaciones”
Tras el anuncio, Nicolás Maduro, llamó este miércoles al Gobierno de Estados Unidos a comenzar una “nueva etapa” en las relaciones bilaterales.
“Nosotros estamos (…) preparados para una nueva etapa con los Estados Unidos de Norteamérica, de respeto, de igualdad y de avance en otro esquema”, dijo el mandatario en un acto televisado, en el que reaccionó al anuncio del Departamento del Tesoro, que emitió varias licencias para aliviar el bloqueo económico contra Caracas.
Reiteró que su Gobierno siempre ha querido “relaciones de respeto en la diversidad” con EE. UU., por lo que pidió a los “decisores del poder estadounidense que cesen en sus odios contra el ideal bolivariano” y en su “deseo de revancha”.
A juicio del mandatario venezolano, con el levantamiento de estas restricciones, “Venezuela entra con fuerza al mercado petrolero y gasífero nuevamente, de manera progresiva”.
“Espero que los EE. UU. tengan clara la película de dónde está parada Venezuela, de cuál es la realidad de nuestro país”, agregó.
Asimismo, Maduro afirmó durante su comparecencia que espera recibir “pronto” una visita del diplomático estadounidense Francisco Palmieri, designado por Washington como jefe de Misión de la Oficina Externa de EE. UU. para el país caribeño, a quien caalogó de “amigo” y “embajador”.
“Mi amigo, el embajador Palmieri de los Estados Unidos de Norteamérica, lo espero pronto aquí en el palacio de Miraflores al embajador Palmieri, que está deseoso de visitar Venezuela. Bienvenido a Venezuela, embajador Palmieri”, dijo.
Llegó el primer vuelo de migrantes venezolanos
Tras el pacto entre Biden y Maduro, la primera aeronave con migrantes venezolanos llegó al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a Caracas, procedente de Harlingen, Texas, con una escala en Miami para abastecer combustible.
“Le damos esa bienvenida calurosa para que rehagan su vida”, dijo el ministro de Interior y Justicia, almirante Remigio Ceballos, a la televisión estatal VTV.
Esposados de pies y manos, los migrantes fueron colocados en un avión de madrugada en el pequeño aeropuerto de Harlingen, cerca de la frontera con México, constató un equipo de la agencia de noticias AFP.
A su llegada pasaron por un proceso de verificación en los sistemas de identificación venezolanos como parte del protocolo.
Dos policías judiciales dijeron que se verificará además si existe alguna solicitud por parte de la justicia.
Los pasajeros, mujeres y hombres adultos, no integran ningún grupo familiar, según la policía migratoria estadounidense ICE.
“Aquí viajan desde aquellos que acaban de ingresar ilegalmente a nuestras fronteras hasta aquellos que han estado en el país por un tiempo y han cometido actos criminales”, explicó Corey Price, director asociado de ICE, en Harlingen.
La Casa Blanca anunció a principios de octubre un acuerdo con el gobierno de Maduro para “la repatriación ordenada, segura y legal” de migrantes “que no tienen base legal para permanecer en Estados Unidos”.
Por Daniela Blandón Ramírez-France24 con Reuters y EFE y AFP